Desde mi atalaya

Eugenio Gonzálvez

Esto es sólo una felicitación

EL artículo de hoy no es como los demás, es especial. No quiero hablar en l de la crisis, ni de la pésima política económica del Gobierno de Rodríguez Zapatero, ni de las negras cifras del paro. Tampoco quiero hablar de la infinidad de puntos negros que recoge la nueva Ley de Extranjera, ni de las atrocidades de los Presupuestos Generales del Estado para 2010. No voy a hablar de la política de Exteriores del Señor Moratinos, ni del caso Alakrana ni de la activista saharaui Aminatu Haidar.

No me apetece tampoco hablar de la ruptura unilateral, auspiciada por el presidente del Gobierno, del espíritu constitucional, colocando al borde del abismo nuestra Ley Fundamental, la misma que permitió a España alcanzar las mayores cotas de progreso económico en paz y libertad. Me niego a criticar en este artículo la ridícula disposición de los parlamentarios catalanes a debatir la prohibición de las corridas de toros en su comunidad.

Tampoco quiero hablar de la deuda histórica y del trueque protagonizado por la Junta de Andalucía y el Gobierno Central. Menos ante de la escasez de inversiones del Ejecutivo andaluz en nuestra provincia, ni del colegio Soledad Alonso de Drysdale que con más de 50 años está en la flor de la vida, según el delegado de Educación, Francisco Maldonado, mofándose de la comunidad educativa de Gádor. Y no lo voy a hacer porque este no es un artículo de opinión, solo es una felicitación. Soy consciente de que muchos españoles no tendrán ni un solo motivo para afrontar con ilusión estas fechas que llegan. Algunos estarán en el paro, otros cobrando la ayuda y un gran número no percibir ningún ingreso. Con este plantel no resulta nada fácil desear unas Felices Fiestas y recordar que la Navidad nos brinda a nuestros corazones paz, amor y felicidad.

Hoy más que nunca tenemos que invocar al espíritu de la Navidad y ayudar en todo lo que podamos al que más lo necesite. Hemos de lograr que el amor pueda suplir las carencias que están haciendo más amargas estas fiestas a miles de españoles y conseguir que la felicidad deje de ser un deseo y se convierta en una realidad para todos los españoles.

Por este motivo, solo me queda pedirle con todas nuestras fuerzas al próximo año todo lo que a muchos españoles les ha faltado durante el año 2009. Que la felicidad, la prosperidad, el amor, la paz y la tranquilidad solo sean algunos de los sentimientos que experimentemos todos durante el año que llega. Recuerden que esto no es un articulo de opinión, solo es una Felicitación. FELICES FIESTAS!

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