La subida del Paro

Una población envejecida y con los disponibles para trabajar descendiendo es un mal augurio para el futuro

Pues sí. La Encuesta de Población Activa, EPA, dice que en Almería subió el paro en 2017, y que también lo hizo en 2016. En dos años el desempleo ha subido 7.300 personas. Hay más, 4.000 de esos parados son de este año recién finalizado. No sólo crece el desempleo, su ritmo de subida se acelera. ¿En que nos diferenciamos, pues, del conjunto de España que celebra cinco años seguidos de reducción? Aquí esto sucedió en los dos primeros años de ese lustro. ¿Es malo? Bueno no es, pero malo tampoco. Nuestro hecho diferencial lo marca la población activa, los que pueden y quieren trabajar. En Almería sube, en España baja desde 2012. También lo hizo en nuestra provincia en los dos años, 2014 y 2015, en que cayó el paro. Cuando empezó a subir, creció el desempleo. Para el porcentaje de parados es magnífico que baje, pero nuestro estado de bienestar -léase jubilaciones- depende de las cotizaciones de quienes trabajan. Una población envejecida y con los disponibles paras trabajar descendiendo es un mal augurio para el futuro. No es bueno, pero no es malo porque se está creando empleo. En eso coincidimos con el resto de España. Este 2017 fueron 3.800 nuevos empleos, 35.000 en cuatro años.

Intentaré explicarme con un ejemplo. El mercado laboral serían dos cajones. En uno los que quieren trabajar, en otro los empleos. Cuando se crea un empleo nuevo o se jubila el que lo ocupaba sale un trabajador del cajón del paro y pasa al otro. Si al del paro no llega nadie más, cada nuevo empleo es un parado menos. Eso sería lo que ocurre en España. En Almería, al cajón de los que quieren trabajar se suman quienes cumplen la edad de trabajar o terminan estudios, inmigrantes o quienes dejaron de buscar la crisis y ahora vuelven a tener esperanzas. Los que entran al cajón de buscar son, así, más que los que salen al cajón de trabajar. No estamos, pues, como en los años de la crisis. Entonces se reducía el compartimento de empleos, mientras el de paro se llenaba con quien llegaba a la búsqueda más los que perdían el trabajo. Ya no es así. Es la parte buena. La mala es que no se crea tanto empleo como para compensar todos los que llegan. Y esto será lo normal en los próximos años, porque vemos, además, que el ritmo de creación de empleo aminora. En 2016 hubo 16.000 nuevos empleos, en 2017, 7.900. Previsión: en 2018 habrá más empleo en Almería, pero no bajará el paro.

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