NI FLORES

Pablo Martínez-Salanova Peralta / Pmartinez@elalmeria.es

El sueño

De vez en cuando surgen historias que bien podrían servir para el argumento de una película. El mundo del deporte no está exento de ellas y hace unos días, a través de un artículo, me enteré de la existencia de Kassim Ouma. Kassim es un boxeador nacido en Uganda que llegó a ser campeón de peso wélter en EEUU.

A los seis años, Ouma fue raptado al salir del colegio por la guerrilla que en los años 80 se enfrentó al gobierno de su país. Como cualquiera de los miles de niños soldado de Uganda aprendió a fabricar bombas, manejar armas y a montar granadas de mano. Muchos de sus hermanos corrieron la misma suerte. De los doce que eran, hoy sólo cuatro siguen con vida. La guerrilla se hizo con el poder en 1986, y Kassim comenzó a boxear como amateur, logrando 62 victorias y sólo tres derrotas, lo que le convirtió en el orgullo del Ejército y en toda una leyenda nacional. Doce años después, en un viaje deportivo a EEUU, Ouma desertó. Gracias a sus puños pudo salir del infierno de su país. Pero no le salió gratis. En Uganda, su padre murió apaleado como represalia por su deserción.

En EEUU siguió con su carrera deportiva, donde se ganó el sobrenombre de El Sueño. Un sueño en el que aún hay hueco para las pesadillas. El recuerdo de la primera persona a la que quitó la vida aún le perturba por las noches. Durante la guerrilla, no recibió ni un solo disparo. Desde que está en EEUU, ha recibido dos tiros, se ha visto involucrado en varios accidentes de tráfico y ha perdido muchos combates por llegar en un pésimo estado. En el ring dice no tener miedo porque él es un soldado. "Soy lo que soy, sólo Dios puede perdonarme. Tengo que pelear. Hazlo o muere", como el soldado que una vez fue sólo piensa en ganar.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios