Torre de los espejos

Juan José Ceba

El último manifiesto

EL lugar de Bodas de Sangre, o Cortijo del Fraile, alucinado paisaje del rojo mineral, oro de la memoria, desolación de los olvidos y derrumbe total de la ignominia, álcese para siempre esta bandera negra, clavada a modo de reprobación, en el centro mismo del alma herida del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.

Tras décadas de reivindicaciones (manifiestos, visitas, escritos, exigencias, reuniones, actos, entrevistas, cartas, libros, películas e imágenes) nada ha servido, nada, para detener la ruina y el abandono degradante, que guerreaban con violencia sobre el lugar universal (ahora ya fuente agonizante) del teatro de Federico García Lorca.

Es hoy, sin remedio, un desplome imparable de arcos y de muros, un gran corral en donde el tiempo reúne la bajeza del abandono y el desprecio; lugar de humillación de la cultura, vergüenza abierta al mundo, imagen de fracaso, que se reparten, por igual, políticos menguados e incapaces.

Vedlo aquí, rodeado por una cinta y un lazo, como el regalo de la devastación y el hundimiento de un patrimonio rozado por la muerte.

Acaso venimos a llorar un legado, que huye de prisa hacia una encrucijada, donde la desmemoria dispara a bocajarro.

Coinciden en el tiempo la publicación de "Romancero Gitano" y, el suceso que originó "Bodas de Sangre", en este mismo espacio, de una intensa belleza y una fuerza palpable de la tierra: ochenta años han pasado por las escaleras, pesebres, arcos, aljibes, hornos y techumbres del Cortijo del Fraile.

Mirad las señales de la mordedura feroz de los años pero, sobre todo, leed lo que hay escrito por sus paredes desplomadas: cómo se le ha grabado la desidia y el menosprecio de quienes estaban llamados a cuidarlo y protegerlo, y no lo hicieron.

Una nueva tragedia se ofrece a los ojos del lector, la tejida por las manos improductivas de políticos vacíos de alma y de sustancia: una desgracia que engendra la decepción y el sufrimiento.

A los ochenta años de la boda frustrada y la huida dramática, nos reúne aquí el deseo manifiesto - que salta mares y fronteras- de exigir la inmediata reconstrucción, restauración y dignificación de este edificio del siglo XVIII, para convertirlo en el Museo del Parque Natural y en el gran centro de la cultura universal que, Federico García Lorca, Carmen de Burgos y nuestra provincia, merecen. Esta bandera negra, que señala a personas y a instituciones, al tumulto de los incapaces, nos pide una clara conciencia vigilante, para denunciar ante la UNESCO la grave situación del patrimonio en nuestra tierra.

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