Abengoa encara el final del túnel

La empresa sale de la quiebra mermada, pero su impacto en la actividad y el empleo industrial aún es muy relevante en Andalucía

Abengoa recibirá, previsiblemente esta misma semana, los 1.169 millones de capital aportado por los bancos acreedores y los fondos de acuerdo al plan de reestructuración aprobado por el Juzgado de lo Mercantil de Sevilla para levantar el preconcurso de acreedores en el que estuvo la multinacional andaluza hasta hace pocos meses. De este montante total, 655 millones de euros se corresponden con el dinero nuevo aportado como inyección de capital para reflotar el grupo, cantidad que se completa con otros casi 515 millones que supuso la refinanciación mediante préstamos recibidos por el grupo Abengoa en diciembre de 2015 y marzo de 2016. Con la recepción de este dinero nuevo se da uno de los pasos más importantes en la reestructuración del conglomerado de industrias de ingeniería y energéticas que aún forma parte de la empresa fundada en 1941 por los ingenieros Javier Benjumea Puigcerver y José Manuel Abaurre Fernández-Pasalagua, junto a tres amigos y otros familiares. La llegada del nuevo capital y la implementación de otros cambios organizativos permitirán a la nueva Abengoa encarar la salida del túnel. Salvada la quiebra -que habría sido la mayor de la historia en España si se hubiese consumado, pues la deuda bruta consolidada al solicitar el preconcurso era de 8.791 millones de euros, de los que más de 6.300 millones eran deuda neta, y pagos pendientes a proveedores por valor de 5.470 millones- el grupo resultante es mucho menor que el que entró en el túnel, aunque aún con la entidad suficiente para ser una pieza importante de la industria española y andaluza. Su impacto en el empleo y en la actividad económica regional, con especial incidencia en Sevilla, donde está su matriz, nos llevan a valorar como una importante noticia que la actividad -aunque mermada- se mantenga y, con la gestión adecuada, pueda volver a crecer. Sobre la compañía aún quedan sombras que esclarecer, preeminentemente el caso que investiga la Audiencia Nacional sobre la legalidad de las millonarias indemnizaciones recibidas por el ex presidente de la compañía Felipe Benjumea y el ex consejero delegado Manuel Sánchez Ortega. Pero lo fundamental es que la actividad se mantiene, y buena parte del empleo que genera, aunque la propiedad haya pasado casi en su totalidad a manos de los bancos y los fondos acreedores. Deseamos que en esta nueva singladura, Abengoa recupere pronto el rumbo del crecimiento, los beneficios y la generación de riqueza para sus accionistas, sus empleados y, en definitiva, para una región que tiene puesta sus miras en el mantenimiento y ampliación de la industria como asidero de un futuro próspero.

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