El turismo debe seguir creciendo desde la calidad

España batirá este año un nuevo récord de visitantes extranjeros, situándose en los 80 millones de turistas llegados en 2017

España batirá este año su récord de turistas, acercándose a los 80 millones, pese al descenso que ha experimentado la comunidad autónoma de Cataluña en los últimos meses. Con 77,8 millones de visitantes extranjeros a final de noviembre, nuestro país ya ha superado el récord anterior, establecido en 2016, cuando llegaron 75,6 millones. De alcanzar los 80 millones, España superará a países como Estados Unidos, reafirmando su posición a nivel mundial y dejando clara la importancia que tiene el turismo como uno de los principales motores de la economía. El crecimiento podría haber sido aún mayor de no ser por el desplome de los turistas internacionales en Cataluña, donde en noviembre volvió a caer la cifra de visitantes extranjeros en un porcentaje del 2,3%, un dato que sin duda hay que vincular a la lista de perjuicios que está causando el independentismo en esta comunidad. Por contra, otras regiones, caso de Andalucía, continúan creciendo a muy buen ritmo: 572.589 turistas extranjeros el pasado mes de noviembre han supuesto un incremento del 4,4% respecto al mes anterior y elevan ya al 9,2% la subida en comparación con el año 2016, según datos del Instituto Nacional de Estadística conocidos ayer. Nuestra comunidad se consolida como la tercera de España que más viajeros internacionales recibe y este sector, al igual que en el conjunto del país, se ha convertido en un pilar básico de la economía andaluza. Es precisamente por ello que debemos cuidarlo, analizando constantemente su evolución, atendiendo a nuevas demandas y, sobre todo, haciendo que sea un movimiento económico sostenible. Porque, más allá de las cifras, el turismo tiene otros componentes como los sociales o medioambientales que a menudo se olvidan. No se trata de una competición para ver qué país, comunidad, ciudad o pueblo logra mayor número de turistas, sino quién lo consigue de forma más compatible con factores que no supongan un coste para el bienestar social. En algunas ciudades turísticas españolas ya se están padeciendo las consecuencias de un turismo masivo, incontrolado, de baja calidad, que no sólo repercute en la imagen general de todo el país sino que además provoca la aparición del fenómeno de la turismofobia que tanto daña a este sector. Por tanto, hay que celebrar los datos turísticos con los que se va a cerrar este año pero sin olvidar que no hay que bajar la guardia en el control normativo que han de ejercer las diferentes administraciones públicas y así evitar que los récords jueguen en nuestra contra.

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