Málaga y la base militar de viator

Una de las primeras decisiones tomadas por el Directorio Militar del General Primo de Rivera en 1923 en relación a la Guerra del Rif, fue disponer en noviembre de ese mismo año las prescripciones necesarias para organizar una Reserva de África en la Península con dos grupos de fuerzas de entidad similar a una brigada de infantería, uno en Almería y otro en Alicante. En esa época, estas 2 provincias estaban integradas en la 3ª Región Militar con Capitanía en Valencia, asumiendo su Capitán General la misión de Inspector de esta Reserva al quedar ubicada en la Región Militar de su Mando.

Previamente a la constitución real de estas fuerzas, hubo que determinar los lugares y construir los Campamentos donde alojarlas. Y en esta cuestión, Almería partió con la ventaja de que ya existía un proyecto del General cuevano Alvarez de Sotomayor para ubicar futuras reservas de África en terrenos próximos a Viator, el mismo proyecto que había servido de base en 1917 a los ayuntamientos de Almería y Viator para concurrir conjuntamente a un concurso del Ministerio de la Guerra de ofertas de terrenos para campos o polígonos de tiro y de instrucción; en tanto en Alicante hubo que determinarlo, decidiendo al final ubicarlo en unos terrenos cedidos por un particular al lado del Aeródromo, en el barrio alicantino de Rabasa.

Pero desde el mismo día que se tuvo conocimiento de la orden de situar las reservas de África en las provincias de Almería y Alicante, la Cámara de Comercio de Málaga propuso a su Ayuntamiento que se hiciesen las gestiones necesarias para incluir a Málaga en el establecimiento de estas reservas, propuesta que fue asumida por el pleno del ayuntamiento y remitida al Presidente del Directorio Militar. El interés de Málaga por apoyar a las fuerzas del Ejército que combatían en Marruecos no se limitó como hasta entonces en satisfacer las necesidades logísticas como puerto de paso y de contar ya con una importante guarnición integrada principalmente por los Regimientos de Infantería Borbón 17 y Álava 56, sino que fue mucho más allá, ya que un mayor aumento de fuerzas redundaría en una mayor actividad económica para las empresas locales.

La presión social y política malagueña dio sus frutos y cuando se aprobaron en agosto de 1924 los presupuestos para la construcción de los Campamentos, junto a Alicante y Almería ya aparecía Málaga, manteniéndose una brigada en Alicante, pero dividiendo la que debía ubicarse en Almería entre esta provincia y la de Málaga. El Ayuntamiento malagueño había conseguido su objetivo de entrar en el reparto de estas fuerzas de reserva a costa de las de Almería, generando un problema de coordinación al dividir estas fuerzas entre dos Capitanías Generales diferentes, ya que entonces Málaga pertenecía a la 2ª Región Militar y Almería a la 3ª. El Campamento malagueño se ubicó en la finca conocida como "La Viña de Velarde", en el límite entre los términos municipales de Málaga y Torremolinos, recibiendo el nombre de "Campamento Benítez" en honor del Laureado Comandante español Julio Benítez Benítez, héroe de la posición de Igueriben durante la Guerra del Rif.

No obstante, el cambio de orientación en el Protectorado marroquí en septiembre de 1925 con el desembarco de Alhucemas e inicio del proceso de pacificación completa del territorio, las cuestiones económicas y los trámites burocráticos, afectaron al desarrollo de estos campamentos en cuanto al número definitivo de fuerzas a alojar así como a la construcción de las instalaciones necesarias para ello. A lo que hay que añadir que terminada oficialmente la campaña en el Rif el 10 de julio de ese mismo año (1927), Ceuta y Melilla presionaron para conseguir una nueva distribución de fuerzas, abogando porque las brigadas de reserva se ubicasen directamente en estas ciudades en lugar de Málaga, Alicante y Almería.

Todas estas circunstancias dieron lugar a que en estos Campamentos sólo se alojasen finalmente un Batallón de Infantería en cada uno de ellos. Hoy en día, en Málaga, el Campamento "Benítez" ya no existe, pero se mantienen los de Almería ("Alvarez de Sotomayor") y Alicante ("Alferez Rojas Navarrete"), lo que demuestra que la decisión inicial de construir sólo estos 2 campamentos era la acertada en esa época desde el punto de vista militar y que la inclusión de Málaga no dejo de ser una decisión al margen del ámbito militar que demostró la superior capacidad de influencia política ante el Ministerio de la Guerra de esta ciudad sobre Almería.