La misión de San Antonio de Valero

Es probable que no sepan qué es y donde se encuentra la Misión de "San Antonio de Valero", pero posiblemente han visto u oído hablar de la película "El Álamo", un western de 1960 dirigido y protagonizado por John Wayne, basada en la batalla que tuvo lugar en 1836 durante la guerra de independencia de Tejas en un lugar llamado El Álamo. O la versión más reciente, de 2004, del director John Lee Hancock.

El Álamo es el nombre con el que se conoce la Misión de "San Antonio de Valero", primera Misión española a lo largo del río San Antonio, fundada por el padre franciscano Antonio de Olivares en 1718 y que cumple este primero de mayo los 300 años. Fray Olivares, con la ayuda de los indios Papaya, también construyó la Acequia "Madre de Valero", de unos 10 km de largo, para el riego de 400 hectáreas y el abastecimiento de los habitantes de la zona, completadas con la construcción del Presidio de San Antonio de Béjar, en el lado oeste del río, a 1,6 km de la Misión, para la protección del sistema de misiones y asentamientos en el centro de Tejas. El Álamo y el Presidio son el origen de la actual ciudad de San Antonio, la segunda más poblada de Tejas.

A partir de la Misión de El Álamo, en apenas 13 años, se establecieron cuatro Misiones más a lo largo de este río, las de "Nuestra Señora de la Purísima Concepción de Acuña", "San José y San Miguel de Aguayo", "San Juan Capistrano" y "San Francisco de la Espada", con el objetivo de colonizar el territorio y cristianizar a los indios, siendo este el procedimiento empleado para asegurar nuestra autoridad sobre las vastas tierras del suroeste de lo que hoy es Estados Unidos y que entonces era territorio más allá de la frontera norte del Virreinato de Nueva España, enfrentando con muy pocos soldados y colonos las pretensiones francesas e inglesas sobre estos territorios en el siglo XVIII.

El río San Antonio es una importante vía fluvial que nace en el centro de Tejas y sigue un camino más o menos en dirección sureste a través del Estado hasta confluir con el río Guadalupe y desembocar en la bahía de San Antonio, en el Golfo de Méjico, lo que en su momento facilitó el abastecimiento de las Misiones y Presidios que se fueron construyendo para avanzar en la colonización del interior de este territorio.

Las Misiones de San Antonio son un ejemplo vivo del intercambio de culturas entre indígenas y españoles, y posteriormente mejicanos y otras influencias que conforman hoy el sur de Tejas. En el siglo XIX jugaron un papel esencial en la historia de Méjico y Estados Unidos en la lucha por la independencia de Tejas, sobreviviendo y convirtiéndose ahora en uno de los mayores atractivos turísticos de la ciudad de San Antonio.

En julio de 2015, estas 5 Misiones del rio San Antonio fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, siendo la primera declaración de este tipo que ha conseguido el Estado de Tejas, incrementando la lista de los lugares declarados en Estados Unidos, entre los que se encuentran también la Estatua de la Libertad o el Gran Cañón.

Y aunque estas Misiones las fundamos a principios del siglo XVIII, ya desde la expedición de Francisco Vázquez de Coronado, en el siglo XVI, los españoles abrimos la puerta a la colonización del suroeste de Estados Unidos, obteniendo una extraordinaria cantidad de datos sobre un territorio y sus habitantes de los que nada se conocía en Europa. Entre otros hallazgos, el de la divisoria continental de las aguas de los ríos que van al Atlántico o al Pacífico, lo que se conoce como "Great Divide"; o el conocimiento certero de la anchura del continente, recorriendo Coronado más de 6.000 km de territorio norteamericano por tierras nunca pisadas antes por ningún europeo y abriendo el camino para otras expediciones.

Lo que para unos resulta muy relevante y así lo destacan: "Las Misiones de San Antonio representan un elemento importante de nuestra historia, y la declaración de Patrimonio de la Humanidad les permitirá ser compartidas no sólo dentro de los EE.UU., sino con la comunidad internacional en general." (Crystal Nix-Hines, representante permanente de los Estados Unidos para la UNESCO), para otros, desgraciadamente españoles, es motivo para quitar estatuas, borrar nombres o denigrar con la justificación de equiparar las escalas de valores de nuestra sociedad actual con las de los siglos XVI al XIX, cuando en realidad es consecuencia de un simple interés ideológico.

Coronel Soriano

Subdelegado de Defensa en Almería