La Policía Nacional detuvo la madrugada de este miércoles a cuatro ciudadanos belgas que sustrajeron una de las cadenas de la Catedral. Los arrestados son tres hombres y una mujer, con edades comprendidas entre los 18 y los 23 años, que robaron una de las piezas que delimitaba antiguamente el perímetro de la jurisdicción eclesiástica. El robo se produjo en la calle Alemanes, muy cerca de la puerta del Perdón, pasadas las cinco de la mañana. Un taxista fue testigo de los hechos y, cuando iba a llamar a la Policía, vio pasar a una patrulla, por lo que contó a los agentes lo ocurrido.

Los policías localizaron a los cuatro jóvenes en la calle García de Vinuesa, muy cerca del lugar de los hechos. Iban cargando entre los cuatro con la cadena, de siete metros y medio de longitud y gran peso, según informó este miércoles la Jefatura Superior de Policía en un comunicado. Para sustraer la cadena, los jóvenes la sacudieron hasta descolgarla de la sujeción de las columnas que la mantienen en suspensión.

Agentes de la Policía Nacional, con las cadenas de la Catedral.

El estruendo causado por la cadena al caer al suelo alertó a un taxista, que se encontraba en la misma calle Alemanes y presenció como los jóvenes descolgaban los eslabones y cargaban la pieza con intención de llevársela. El taxista sacó su teléfono para llamar al 091, pero no llegó a hacerlo porque vio a una patrulla que pasaba. Les hizo señas a los policías y les indicó lo que había visto. Los agentes comprobaron que, efectivamente, faltaba una de las cadenas, y comenzaron a buscar a los sospechosos por las inmediaciones. Los encontraron en García de Vinuesa cargando con la cadena. Los cuatro jóvenes, que carecen todos ellos de antecedentes, quedaron detenidos.

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha informado que estos jóvenes serán juzgados el próximo día 15 de marzo por un delito de hurto. Las mismas fuentes consultadas han indicado que los cuatro detenidos pasaron este mismo miércoles a disposición del Juzgado de Instrucción número 15 de Sevilla, que se encontraba en funciones de guardia de incidencias. El delito ha sido calificado como leve inmediato tras tasarse el valor de la cadena en menos de 400 euros al carecer de "valor histórico".

La Fiscalía mantuvo la acusación y se ha fijado el juicio por hurto para el próximo día 15 de marzo, juicio que no dispone de fase de instrucción.

La pieza robada podría datar, según la Policía, del siglo XVI, y ya ha sido entregada al deán de la Catedral para que pueda reponerse en su lugar original. Estas cadenas se pusieron alrededor del templo metropolitano en el año 1565, para evitar que los mercaderes que se colocaban en las gradas entraran con cabalgaduras en el templo para refugiarse cuando llovía. Desde entonces, también simbolizan el límite de la jurisdicción ordinaria, ya que eran muchos los delincuentes que se refugiaban en la Iglesia ante la dureza de las leyes civiles. En el año 2012 fueron detenidos otros dos individuos por un hecho similar.