El Ayuntamiento de Gádor sigue trabajando para que los dos pasos a nivel que dividen el municipio y que erosionan su fisionomía urbana terminen siendo cosa del pasado. Tal y como ha informado a este periódico la regidora de la localidad del Bajo Andarax, Lourdes Ramos, las conversaciones siguen siendo constantes con Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) para encontrar una solución. "Esta pasada semana he hablado con ellos y están estudiando nuestra solicitud", explica.

Hay que recordar que el año pasado ADIF anunció los pasos a nivel que se van a erradicar hsta el próximo 2024 y Gádor quedó fuera del listado de un total de ocho repartidos entre Sevilla, Córdoba, Málaga y Granada. Un duro varapalo que desde el Ayuntamiento quieren subsanar puesto que para Ramos la eliminación de los dos pasos a nivel del tren es una de sus máximas prioridades desde que llegó al gobierno en 2016 tras tomar el testigo de Eugenio Gonzálvez, que renunció a la alcaldía tras ser designado senador.

Ramos ha mantenido en estos últimos años numerosas reuniones con el subdelegado del Gobierno en Almería, Andrés García Lorca, para intentar allanar el camino que permita afrontar un proyecto "de vital importancia" porque como ella misma reconoce "las vías del tren suponen un riesgo diario para nuestros vecinos y los cientos de coches que transitan".

De hecho, la primera reunión que la regidora tuvo nada más coger la vara de mando fue con García Lorca. La búsqueda de vías que permitan la eliminación de los dos pasos a nivel que aún atraviesan el municipio de Gádor, el que cruza la céntrica Avenida de Andalucía y el situado en la zona de El Ruiní, fueron el eje central de las demandas planteadas al subdelegado de Gobierno.

Ayer, en declaraciones a este periódico, apuntó que espera próximamente una respuesta por parte de ADIF ya que llevan meses estudiando la petición del Ayuntamiento de Gádor y aún no han desvelado si su petición tiene visos de prosperar o finalmente tendrá que esperar a un nuevo plan de eliminación de pasos a nivel que daría comienzo pasado el año 2024.

Para Ramos esperar, como mínimo, seis años más no es una solución y por ello sigue trabajando para acabar con uno de los grandes problemas que padece Gádor, dividido por las vías del tren y con un peligro diario constante con el paso de los trenes.

Ateniéndonos a los que especifica la Orden Ministerial de 2001 que regula la supresión y protección de pasos a nivel, el municipio de Gádor puede o no cumplir los requisitos puesto que para tal caso los trenes deben circular a velocidades superiores a 160 km/h o cuando el número de trenes y los automóviles que lo cruzan a diario sea igual o superior a 1.500.

En el caso del primer requisito, Gádor no lo cumple puesto que los trenes que circulan por la localidad lo hacen a menor velocidad. Por lo que el Ayuntamiento tiene que aferrarse al segundo supuesto.

Los próximos meses serán cruciales para conocer si finalmente Gádor elimina de su fisionomía urbana dos cicatrices que han sesgado vidas en las últimas décadas.