Con dos semanas de retraso por culpa de las inclemencias meteorológicas de este marzo tan atípicamente lluvioso, el municipio de Alcolea celebró este pasado domingo su tradicional buñuelá y entierro de la zorra, que marca el final del carnaval, con una alta participación vecinal.

El domingo comenzó madrugador con el reparto de buñuelos, café y chocolate, hechos durante toda la noche anterior con esmero por las mujeres de la localidad. Una cita que los antiguos señores organizaban con su cuadrilla para dar por concluida la cosecha de recolección de la aceituna. Primer envite gastronómico que continuó al medio día con actividades para los niños en la Plaza de la Iglesia, la actuación del grupo de folklore Zaharagüí y la comida tradicional de esta fiesta, el cardo con hinojos

Un plan perfecto para pasar las horas hasta el esperado entierro de la zorra donde los jóvenes realizaron una procesión por las calles de la localidad hasta llegar a la Plaza del Ayuntamiento donde se realizó la lectura del pregón seguido del sermón y del testamento del animal. Y como marca la tradición, terminar el día con la quema de la zorra y el pésame a los familiares de la dicha. Una costumbre que el municipio rescató en el año 1990 y que cada vez cuenta con más seguidores. La mejor manera de perpetuar las tradiciones.