Los olulenses cerraron ayer un intenso programa festivo en honor a sus patronos San Sebastián y San Ildefonso, donde el colofón final lo puso una buena sartén de migas, que fue degustada por todos sus vecinos en una de las fechas más especiales marcadas en su calendario.

Tras la solemne misa que cada año se celebra en el día de San Ildefonso, y su procesión, que fue seguida por sus fieles, que pasearon la imagen por las calles principales del municipio, a las 14:00 horas de la tarde el cuerpo ya pedía un buen menú. El escenario de la Feria del Mediodía fue, como se hace tradicionalmente, el Parque de San Pablo de la localidad, que contó con un lleno hasta la bandera, haciendo muestra del buen recibimiento que han tenido estos días festivos en el pueblo de Olula del Río.

La Peña de San Sebastián e Ildefonso, con la colaboración del Ayuntamiento de Olula del Río, fue la encargada de servir una gran sartén de migas que hizo las delicias de todos los vecinos, que quedaron encantados con el resultado de este plato tan de la tierra, que se repartió de manera totalmente gratuita.

Y para que se notase que estaban en fiestas, que mejor que el punto musical lo pusiese un grupo local como son 'Deja Vú'. Sus integrantes hicieron bailar y cantar a todos los presentes en el Parque de San Pablo, que disfrutaron una vez más a lo grande de una jornada de celebración, alegría y convivencia.

Miles de personas han decidido estos días trasladares hasta el término municipal de Olula del Río para vivir en primera persona las fiestas de las carretillas y de los roscos, que suponen una gran tradición en el pueblo y un punto de unión de todos sus vecinos.

Para que los olulenses sigan viviendo de cerca sus raíces y su historia, Guillermo Requena, miembro de la Peña de San Sebastián y San Ildefonso, visitó hace unos días los centros escolares Trina Rull y Antonio Relaño. En esta visita, el vecino contó a los más pequeños de dónde nace la historia de sus patronos San Sebastián y San Ildefonso, a lo cuál los alumnos de ambos colegios mostraron un gran interés por la historia y el por qué de las fiestas de enero de su pueblo. Esta actividad estaba enmarcada en la Semana Cultural que ha puesto en marcha con gran éxito el Ayuntamiento de Olula del Río.

Hoy el pueblo del Valle del Almanzora ya amanece de resaca, y con un gran recuerdo de lo que han sido unos días de fiesta marcados por la fe y devoción hacia sus patronos. Ahora, queda esperar un año para volver a pasearlos por sus calles, tirarles roscos, y vibrar con las carretillas.