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Una almazara del siglo XIX, nuevo revulsivo turístico

  • El Consistorio llega a un acuerdo con la Familia Aguilera Manrique para visitarla a partir de verano

El alcalde, Francisco Álvarez, junto a la familia Aguilera Manrique en la almazara este domingo. Pronto será punto de visita obligado en el municipio.

El alcalde, Francisco Álvarez, junto a la familia Aguilera Manrique en la almazara este domingo. Pronto será punto de visita obligado en el municipio. / d. a.

El Ayuntamiento de Fondón no quiere que parte de su historia se pierda en el olvido. Si hace unos meses anunciaba la adquisición del Palacio del Rey Boadbil El Chico para rehabilitarlo y ponerlo en valor, el alcalde de esta localidad alpujarreña, Francisco Álvarez, cerraba en la tarde del domingo un acuerdo con la familia Aguilera Manrique para hacer lo propio con su almazara, "una de las más antiguas de toda la Alpujarra ya que data de principios del siglo XIX", apunta el regidor.

Según el convenio que ambas partes han suscrito, el Ayuntamiento se hará cargo de este inmueble durante los próximos cinco años con el objetivo de convertirlo "en un nuevo lugar de interés turístico para el municipio". Tal y como ha explicado el alcalde a este periódico, "no hay ningún convenio económico" porque tal y como señala "el Ayuntamiento se responsabiliza del mantenimiento del inmueble lo que incluye lógicamente el pago de la luz y el agua y la familia se asegura que la almazara se mantiene intacta y evita así su deterioro paulatino por el paso del tiempo".

Los primeros contactos para fraguar este convenio catalogado de "muy importante" para el regidor, dieron comienzo hace un año: "Le planteamos a la familia nuestro interés por dotar al municipio de otro recurso turístico. Al principio eran reacios pero al final nos dieron el visto bueno porque el inmueble se va a conservar mucho mejor y el municipio obtendrá otro revulsivo turístico".

El objetivo del Ayuntamiento es comenzar a trabajar en estas próximas semanas en los trabajos de adecentamiento de la almazara para poder abrirla este verano. Álvarez señala que "no hay que hacer ninguna obra. Hay que darle una mano de pintura, arreglar unas escaleras, mejorar la iluminación o hacer arreglos en los suelos pero siempre intantando conservar su estado originario para que los turistas viajen al pasado y descubran cómo se trabajaba hace dos siglos para obtener el aceite".

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