El Ejido vive uno de sus fines de semana más esperados por San Marcos, con miles de personas en las calles disfrutando de una tradición que el Ayuntamiento persigue que sea declarada de Interés Turístico de Andalucía y que desde este jueves genera un gran movimiento económico y mucha algarabía en el municipio. El lunes, declarado de 'resaca', nadie trabaja en el municipio, algo de lo que su alcalde se siente orgulloso, pues era algo muy demandado por los vecinos hasta que se terminó contemplando de forma oficial. Francisco Góngora vive San Marcos como el que más, desde su doble papel de alcalde y ciudadano ejidense.

-¿Qué significa para los ejidenses San Marcos?

La explosión de color y de vida en las calles durante estos días no tiene parangón"Que el lunes no se trabaje cambió y mejoró mucho las fiestas, que ahora se disfrutan más"

-Sobre todo, tradición, y unos días de convivencia con mayúsculas. El Ejido se llena de gente, es un espectáculo ver todo el colorido y el ambiente de nuestras calles en estos días, cuando la temperatura ya es agradable. Resulta espectacular tener a miles de personas en las calles, el colorido y la alegría de las carrozas, los caballos... Nuestro San Marcos es de las fiestas más populares de El Ejido y diría que de toda la provincia.

-¿En qué momento se encuentran estas fiestas?

-San Marcos está más vivo que nunca, en un gran momento. La gente hace sus reservas con antelación, los bares y restaurantes están al completo con reservas desde hace meses. Cada vez se ve a más personas vestidas de flamenco y genera mucho movimiento económico. Las calles se abarrotan.

-El municipio es cada vez más una ciudad pero las tradiciones no se pierden...

-El Ejido es ciudad, en efecto, y sigue conservando también aspectos de pueblo. Y lo digo como algo positivo. Es cierto que contamos con distintos núcleos de población y el sentimiento de pertenencia a cada núcleo tambien es fuerte; y mucha gente también que ha venido de otras latitudes, y yo siempre digo que uno es de donde se siente, no de donde ha nacido. Gente que comparte ese sentimiento con su lugar natal pero también con El Ejido, que ha criado aquí a sus hijos, que ha hecho vida aquí y le tienen mucho cariño a El Ejido. No voy a decir que tenemos un adn propio, pero sí tenemos nuestra idiosincrasia propia. Como pueblo nos hemos hecho a nosotros mismos a base de trabajo, esfuerzo y mucho sacrificio. Aquí se sabe lo que vale el esfuerzo y la recompensa que trae. Y ese sentimiento en fiestas tradicionales también se deja notar. Esas tradiciones nosotros queremos mantenerlas. Este año vamos a recuperar trajes típicos de los orígenes de la fiesta, y queremos seguir manteniendo una procesión romería con un aire tradicional. Las Fiestas de San Isidro también son muy importantes, pero yo diría que estas son las fiestas más populares, que se viven más en la calle.

-¿En qué ha contribuido a mejorar San Marcos su equipo de gobierno en estos seis años?

-Cuando las cosas empezaron un poco a desvariar, en el sentido de que en algunas carrozas chavales jóvenes bebían de más, hemos puesto orden ahí. Y luego hicimos el lunes festivo, día de 'resaca', y eso ha hecho que la gente alargue también el domingo. Antes el domingo por la tarde ya se estaba pensando en que el lunes había que trabajar y era día lectivo, y eso ha cambiado y ha mejorado a las fiestas. Era una petición de la ciudadanía. Además, adelantar la misa previa a la procesión-romería a las10:30 también ha hecho que se termine un poco antes y es una hora muy buena para compartir el mediodía. Todo eso ha ayudado.

-El ferial, además, estrena más metros de pavimentado.

-Eso es algo fundamental. Lo vamos mejorando. Es verdad que dimos algunos bandazos, lo reconozco. Queríamos recuperar el centro, las casetas allí no terminaban de funcionar, pero al final hemos puesto orden en todo el recinto, hemos sacado partido al Parque Municipal, que es muy agradable, mejorando la iluminación, llevando conciertos y evidentemente pavimentando y poniendo sombreados en la antesala de las casetas. De cara a San Marcos y sobre todo de cara a San Isidro el recinto ferial ha cambiado drásticamente, en positivo. Estamos consolidando las Fiestas de San Isidro también, ya no solo por las atracciones sino por el ambiente de casetas, a pesar de la fecha, en la que realmente hace calor. Nos sentimos relativamente satisfechos, el trabajo para mejorar nunca acaba, pero creo que vamos encarrilados

-¿Cómo compagina sus dos 'vidas' durante las fiestas?

-Las vivo como alcalde y evidentemente como ejidense. Tengo tiempo para la labor institucional, que para mí es muy grata en estas fiestas, y también para disfrutar de la familia, amigos, de la calle y de ver que las cosas van funcionando, y que El Ejido, que es un pueblo tan trabajador, también se merece días de descanso. No puedo disfrutar de las carrozas como me gustaría, pero ir en la procesión también es muy agradable. Vivo las fiestas de una manera muy especial.

-¿Vivió las carrozas por dentro?

-Yo también fui joven, y me encantaba. He de decir que antes había más originalidad. Hay gente que lleva toda la vida haciendo carrozas y se lo 'curran' mucho, por eso hemos establecido distintos premios y accesit para las más vistosas. Y hay gente joven que quiere disfrutar de la fiesta y que ya se ha incorporado. Yo lo viví y la procesión se disfruta muy distinta si vas en las carrozas. Las hay más bonitas y si bien antes erán más temáticas, ahora son más 'rocieras'.

-Los novatos en San Marcos no deberían perderse...

-Le diría que las habas y el tocino es algo muy típico y en el marco del Parque queda muy bonito, se disfruta mucho de la noche. Hemos puesto un poco de orden en este día (hoy sábado). El hecho de cobrar un euro, sin fin recaudatorio, ha hecho que se valore un poco más, se tome más en serio. Y luego la procesión-romería, que empieza por la mañana con las rosquillas bendecidas. La explosión de color y de vida en las calles no tiene parangón. Todo el recorrido de la procesión desde que sale de la Iglesia está espectacular. Todos los balcones llenos, miles y miles de personas, aparte de la vistosidad de los caballos, las carrozas y la devoción al santo. Y luego seguir la convivencia en las calles.