El Ejido

De afición, a cura para el alma y la mente

  • Juanita 'la canaria' guarda una colección de 400 botellas

  • Dice que estas manualidades la alejan de sus repetidas depresiones

Juana Martín, o Juanita 'la canaria' como la conocen todos sus vecinos en el barrio ejidense de Santa María del Águila, guarda en su vivienda una preciada colección que nació hace ya unos ocho años. Se trata de unas 400 botellas que, casi en su totalidad, ella misma ha ido decorando con paciencia y dedicación en un hobby que se ha convertido también en una forma de alejarse de la depresión.

En declaraciones al Diario de Almería, Juanita confiesa que el quedarse viuda a los 48 años también la impulsó a buscar en qué pasar el tiempo "porque la vida cambia mucho", afirma. Entonces su devoción era el ganchillo, con cuyas obras también adorna cortinas, cojines y hasta cuadros de su casa. Después, con cada viaje que realizaba, comenzó también a coleccionar recuerdos y souvenirs que hoy ocupan un armario en su salón. Y, poco a poco, las botellas han ido llenando el vacío que el mucho tiempo libre le traía a su vida. Las enseña orgullosa, deteniéndose en cada historia que acompaña a la creación de cada una de ellas.

Ahora ya casi no hay sitio donde seguir sumando nuevos trabajos pero Juanita bromea diciendo que cuando escucha a alguien echar botellas al contenedor cercano, no puede dejar de preocuparse por si están lanzando alguna que pueda ser válida para su colección. Además, reconoce que de sus 400 obras sólo ha comprado cinco o seis que, por su singularidad, le parecía que merecían un espacio en su atesorada exposición. La mayoría las ha ido pidiendo a vecinos o bares de la zona y, una vez en su poder, les ha dado forma y una segunda vida a unas botellas destinadas al contenedor.

Las primeras botellas a las que dedicó sus tardes están forradas en ganchillo pero después ha ido incorporando nuevos adornos, la mayoría reciclados como, por ejemplo, collares que se rompían o conchas que recogía en la orilla del mar. Algunas otras han sido decoradas con objetos que ella misma ha comprado y, de esta forma, lucen moñas, dibujos infantiles, monedas, botones, flores o, incluso, hay una botella convertida en una muñeca. La imaginación de Juanita la canaria no tiene fin y en su colección hay botellas completamente adornadas de caracoles o erizos de mar y hasta alguna con toque mexicano gracias a unas trenzas que una vez llevó una de sus nietas.

De hecho, la familia forma una parte esencial en esta curiosa colección de esta vecina de Santa María del Águila. Varias de sus botellas tienen fotografías de su familia en momentos especiales de su vida y alguna también dedicada a su difunto marido del que habla con cariño y con el cual abandonó su Gran Canaria natal, con sólo 21 años, para asentarse en Santa María del Águila cuando aún allí no había nada.

Su familia también le ha ayudado en parte de esta colección de botellas, regalándole varias para que las decore ella misma o incluso algunas con formas tan llamativas como la propia torre Eiffel.

La afición por las manualidades mantiene a Juanita la canaria "con las manos y la mente ocupada" y a su extensa colección de botellas se suman otros trabajos realizados con troncos de madera o flores secas, además de la decoración de tejas llegadas de varios puntos geográficos a los que también a dado su toque artístico. Asegura que pasa mucho tiempo sentada en el patio techado donde guarda esta exposición y que así las horas se le hacen más cortas mientras admira su trabajo y planea nuevas decoraciones para los muchos que vienen a contemplar esta particular exposición.

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