Níjar

Las mariposas vuelven a revolotear

  • El mariposario de Níjar, único en la provincia, arranca segunda temporada con la incorporación de especies nuevas como la Parides Iphidamas, procedente de Centroamérica y Sudamérica

El Mariposario de Níjar, el único de la provincia de Níjar, ya ha estrenado nueva temporada abriendo al público a principios de este mes que expira. Se trata de la segunda temporada en funcionamiento desde la puesta en marcha, gracias a un proyecto novedoso que fue impulsado por Evelyne y Yolanda. Ésta última ha informado que "este año incorporamos especies nuevas que no teníamos el año pasado como por ejemplo Parides Iphidamas procedente de Centroamérica y Sudamérica y también unas especies africanas que nacerán más tarde".

En este jardín voladero, de estilo nijareño, conviven ya alrededor de 18 especies diferentes y más o menos unos 200 individuos. "Según la época llegaremos a tener hasta 27 especies distintas de todos los continentes", ha concretado Yolanda.

La visita al mariposario, a traves de la que conocer el ciclo de vida de la mariposa, sus plantas huéspedes y nectaríferas o su hábitat, cuenta con unos horarios muy variables que sus impulsoras van actualizando mes a mes, ya que como bien explica Yolanda "son las mariposas las que deciden cuando abrimos y de la hora a la que cerramos". Esta previsto que durante el mes de mayo, las puertas del jarfín, ubicado en la zona del El Hualix, estén abiertas entre las 10:30 a las 17:30 horas. Ya en junio probablemente ganen una hora más abiertas al público. Este año, el jardín voladero podrá visitarse hasta noviembre, pues se proyecta abrir los fines de semana y entre semana para grupos.

El mariposario ya ha cumplido su primera temporada y ahora afronta la segunda. El balance del primer año ha sido "muy positivo". "Los visitantes -han indicado- están encantados con este proyecto y en su visita por el jardín se emocionan". Es más, "nos recomiendan y repiten.... Estamos muy contentas. Para nosotras es todo un éxito", manifiesta Yolanda.

El mariposario consta de un jardín de una superficie de unos 500 metros cuadrados florido, que dispone de plantas y flores nectaríferas, con caminos y fuentes y espacios de descanso sombreados.

Sus impulsoras no ha querido crear un ambiente tropical, sino "un jardín de estilo nijareño donde las mariposas y los visitantes se sientan a gusto", ha recordado Yolanda, que ha añadido que las plantas comparten protagonismo con las mariposas ya que se necesitan unas a otras.

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