Roquetas de Mar

"Delante de un toro no se disfruta nunca, yo me moría de miedo"

  • Emilio Muñoz repasó su vida como figura del toreo dentro del ciclo 'El toro en las artes'

  • Interesante entrevista abierta al público de Juan José García

Emilio Muñoz, durante el acto en la Plaza de Toros de Roquetas.

Emilio Muñoz, durante el acto en la Plaza de Toros de Roquetas. / d. a.

El ciclo Taurino 'El toro en las artes', que organiza el área de Gestión de la Ciudad del Ayuntamiento de Roquetas, contó recientemete con la presencia del torero sevillano Emilio Muñoz, que respondió a las preguntas del periodista almeriense Juan José García. Fue una hora y media intensa en la que el diestro de Triana contó algunos pasajes de su vida, y también algunas anécdotas vividas a lo largo de los 20 años que estuvo en activo. A la cita no faltó la primer teniente de alcalde de Roquetas, Eloísa Cabrera, acompañada por Manuel Caballero, gerente de la Plaza de Toros de Roquetas de Mar.

Emilio Muñoz fue un niño prodigio en el toreo. En Roquetas recordó sus inicios. "Yo empecé a descubrir con mi padre, que era empresario de plazas pequeñas, el mundo del toro cuando era un niño. Hoy ser torero es una cosa muy complicada, porque es una carrera que hay que financiar. Antes los chavales queríamos ser toreros para ser alguien en la vida y para mejorar económicamente, ahora hay que ser rico para empezar a querer ser torero".

Muñoz fue bautizado como el 'Mozart del toreo' por Simón Casas. Recordaba el torero sevillano el vínculo que siempre tuvo con Paco Camino. "La primera vez que yo fuí a Madrid a hacerme un vestido de torear tuve la gran suerte de coincidir con Camino en la sastrería de Santiago Pelayo. Me acuerdo que Paco Camino se estaba probando uno y cuando salió le dijo al sastre: "lo que se haga el chiquillo del Nazarero me lo cargas a mí. Me invito a mi primer vestido de torear, un capote y una muleta" rememoró Muñoz.

"A mí no hubo nadie que me enseñara a torear, ni siquiera mi padre, lo que sí hizo mi padre fue llevarme a todas las corridas que podía. Siempre me decía que observara a los toreros y me fijara en lo que hacían", subrayó el torero, que cuenta actualmente con 55 años. "Yo siempre me fijé cuando era muy joven en Paco Camino, mientras que mi padre era partidario de Antonio Ordóñez" señalaba.

El sevillano fue mi sincero en todas sus respuestas. "Delante de un toro no se disfruta. Cuando hoy escucho a muchos toreros que van a disfrutar yo me pongo de los nervios. Yo me moría de miedo, yo disfrutaba cuando aquello había pasado. Yo no he disfrutado en mi vida delante de un toro, jamás", dijo.

Emilio Muñoz no tirunfó nunca en Madrid. ¿El motivo?: "Porque no fui capaz, la culpa no la ha tenido ni el viento, ni el toro ni el público. La culpa de que una persona no llegue a donde quiere llegar es por él. Nunca le eché la culpa a nadie. Es una espina en mi carrera, que ahí se quedará porque yo no voy a volver a torear, lo tengo más claro que el agua", dijo Muñoz.

Sin embargo, Muñoz siempre tuvo un gran éxito en Pamplona, donde arrasaba. "He tenido suerte en todas las plazas de España menos en Madrid y Bilbao. En el resto he tenido suerte. Luego las dos plazas que me han dado protagonismo en mi carrera como torero han sido Sevilla y Pamplona". En referencia a la plaza de la Maestranza, subrayó que "no fue fácil abrir la puerta grande y eso me llevó 15 años, no fue de un día para otro".

Sobre su retirada, aseguró que "me retiré porque empecé a darle vueltas a la cabeza y tenía claro que un toro me iba a coger y me iba a matar". En 1986, Emilio Muñoz abandonó los toros por tres años, tiempo donde contrajo matrimonio y tuvo a sus hijos. "En ese tiempo me doy cuenta de verdad, que en realidad, lo que quiero ser en la vida es torero". En el año 1990 regresó a los ruedos, donde permanecería durante diez años más.

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