infancia

Navidades sin sobresaltos

  • La prevalencia de las alergias alimentarias crece

  • En estas fechas, cuando se alteran los hábitos alimentarios, hay que poner especial cuidado

Pescados y maricos son los alérgenos más frecuentes, junto a huevos, leche y frutos secos.

Pescados y maricos son los alérgenos más frecuentes, junto a huevos, leche y frutos secos. / alberto domínguez

La alergia a alimentos es una res una respuesta anormal a un alimento desencadenada por el sistema inmunitario del cuerpo.e. Su prevalencia ha aumentado un 50% durante la última década y se estima que afecta al 5% de la población adulta y al 8% de los niños. En general, los alergenos más frecuentes son el huevo, la leche, los frutos secos, el pescado, el marisco, las legumbres y las frutas, por ese orden, según la Seicap. La alergia alimentaria infantil al pescadoafecta a un 12,6% de los menores y al marisco al 7,4%.

La alergia a los frutos secos es más frecuente en niños mayores de 14 años, así como la del marisco; mientras que la del pescado es más habitual en niños más pequeños. "Se trata de alimentos muy consumidos en las fiestas navideñas por lo que, además de tomar precauciones con los niños ya diagnosticados, es importante vigilar las primeras ingestas y estar alerta ante el mínimo síntoma que después se pueda producir", explica Luis Echeverría, coordinador del Grupo de Trabajo de Alergia Alimentaria de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (Seicap).

La mayoría de las reacciones anafilácticas se producen fuera de casa

Ya que la alergia a los frutos secos es una de las más frecuentes el experto recomienda leer bien los etiquetados de aquellos productos que puedan contenerlos como galletas, turrones, polvorones, panes o roscones. Estas alergias son muy persistentes y es difícil que desaparezcan. Los pediatras alergólogos recomiendan vigilar las comidas navideñas por el mayor riesgo de reacciones alérgicas que tienen los niños, al comer más veces fuera de casa y probar alimentos por primera vez. "Muchos prueban los frutos secos en los dulces navideños o el pescado y el marisco, que son la tercera y cuarta causa de alergia alimentaria infantil", subraya Echevarría.

La mayoría de las reacciones anafilácticas en niños se producen como consecuencia de la ingesta accidental de alimentos y una de cada cinco ocurre fuera de la vivienda, según las últimas cifras. "En Navidades son más habituales los descuidos o que la persona que prepara los menús no esté bien informada, por lo que los riesgos son mayores, más si cabe cuando en los últimos años es muy frecuente que esas celebraciones se hagan en restaurantes", señala el doctor Echeverría. Por ello, es importante tener en cuenta escoger un establecimiento que cumpla con la normativa actual que obliga a informar de los alérgenos contenidos en los platos. La semana pasada la Seicap publicó una breve guía con consejos útiles para poder afrontar los menús navideños que se puede descargar en su web.

En primer lugar es importante que quien se encargue de cocinar y preparar los alimentos conozca las alergias alimentarias de los niños. Asimismo, es muy importante leer los etiquetados de los productos. Hay que saber identificar alimentos que pueden estar ocultos y que aparecen en el etiquetado como aditivos o con nombres técnicos. Tanto los productos envasados como los que se presentan sin envasar, o son envasados en el momento de compra, están obligados por ley a facilitar la información alimentaria.

Una vez el encargado de preparar la comida conoce las diferentes alergias alimentarias de los más pequeños, es preferible cocinar recetas con alimentos que puedan comer todos los invitados. A la hora de preparar la comida hay que utilizar utensilios de cocina diferentes para cocinar los platos de los niños con alergias alimentarias, pues hay casos en los que un mínimo contacto con el alimento alérgeno pueden causar un shock anafiláctico. Hay que tener en cuenta que uno de cada cinco casos de reacciones alérgicas en niños se produce fuera de casa y el principal desencadenante son los alimentos.

La inhalación de humos y vapores procedentes del cocinado de algunos alimentos como por ejemplo los pescados, puede ser motivo de reacción en algunos niños, por lo que estos deben quedarse fuera de la cocina mientras estos alimentos se preparan.

A la hora de presentar los platos no se deben colocar fuentes para compartir como de ensalada o pan, puesto que se corre el riesgo de que algún comensal favorezca indirectamente el contacto del niño con el alimento que le causa la alergia.

Además, hay que llevar siempre la medicación de rescate para administrar en caso de reacción y así poder actuar a tiempo, sobre todo en el caso de los niños con riesgo de anafilaxia que deben llevar siempre con ellos sus autoinyectores de adrenalina.

Por último, pero no menos importante no hay que aislar a los niños con alergias a la hora de sentarse a la mesa ni apartarles. Deben sentirse como uno más evitando que se sientan excluidos socialmente.

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