La población de la mayoría de los países europeos sigue envejeciendo, también la española. Concretamente, en nuestro país el porcentaje de personas mayores de 65 años se ha duplicado en poco más de dos décadas y, según las previsiones, en el año 2050 la población que haya superado esa edad se situará en el 36%, colocando a nuestro país como tercera nación más envejecida del mundo por detrás de Japón y Corea. Todo ello supone un reto sociosanitario, para el que no se están poniendo todas las medidas necesarias. Así lo pone de manifiesto el informe "El reto de los cuidados sociosanitarios intermedios: Mapa de recursos y propuestas de futuro", realizado por que la Fundación Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), en colaboración con la Fundación Edad&Vida.

Según este documento, uno de los principales problemas es la falta de recursos en lo que se refiere a los cuidados sociosanitarios intermedios, es decir, las prestaciones y actividades que requieren los pacientes en transición entre el hospital de agudos y su domicilio. A este respecto, Manuel Vilches, director general de IDIS, explica que "se trataría en torno a las siguientes 6 u 8 semanas, en las que el paciente ya no necesita un hospital, pero si una atención de cuidados más especializada".

Los datos de este informe revelan que los servicios sociosanitarios intermedios mejoran la satisfacción del paciente que demanda una atención más integral, reducen el número de readmisiones hospitalarias y la utilización de urgencias, además de aliviar la carga asistencial de los centros de hospitalización de agudos. Asimismo, estos servicios intermedios obtienen los mismos resultados en términos de mortalidad y recuperación funcional de los pacientes, que los que se obtienen en centros de hospitalización de agudos.

Pese a la evidencia científica, actualmente lo habitual es que los pacientes sean atendidos en sus domicilios o vean alargadas sus estancias hospitalarias, lo que supone más riesgo y un gasto que el informe estima en 884,8 millones de euros, equivalentes a 4.300 camas de hospitalización. Todo ello además de "suponer una importante sobrecarga para los cuidadores y para los servicios de Atención Primaria, sin que realmente sea lo que necesita el paciente", insiste Manuel Vilches.

Sin embargo, los centros dedicados a estos cuidados intermedios existen en otros países como Alemania, Suiza o Francia, que cuentan con una media de 2 camas por cada 1000 habitantes para este tipo de pacientes, mientras que en España, tal y como cuenta Vilches " la cifra está en torno al 0,33 teniendo en cuenta que la mitad de las camas están en Cataluña", que es la única Comunidad Autónoma que ha avanzado en esta área, seguida de Valencia, que ha puesto en marcha un mayor número de plazas a domicilio. En contrapartida, el director general de IDIS aporta que otras comunidades "sobre todo Madrid y Andalucía, por su ámbito poblacional, están a bastante distancia de lo que se tiene que conseguir".

Por todo ello, los expertos que han elaborado dicho informe lo han remitido a las autoridades pertinentes, para a reclamar una serie de medidas de implantación urgente para hacer posible el desarrollo de un sistema de cuidados intermedios al mismo nivel que los países de nuestro entorno, basado en centros específicos, unidades residenciales debidamente acreditadas y una atención domiciliaria suficientemente formada y dotada.

En este escenario, el sector sanitario privado, representado por IDIS, se posiciona como un importante aliado del sistema sanitario público, para articular el conjunto de medidas necesarias. Así, según Manuel Vilches, el objetivo principal es el de "definir una cartera de servicios adecuada, definir el perfil de los beneficiarios que van a recibir estos cuidados y definir también un sistema de acreditación para establecer quién puede dar estos cuidados .