Salud y Bienestar

La nueva era diagnóstica

  • La biopsia líquida logra detectar mutaciones específicas del cáncer colorrectal metastásico mediante una simple muestra de sangre

Para detectar y conocer el alcance de un cáncer colorrectal y su evolución se emplean biopsias de tejido tumoral. Esto exige una cirugía o punción. Ahora, ya es posible detectar las mutaciones tumorales a través de un simple análisis de sangre. Esta técnica, que en los últimos años se ha dado a conocer como biopsia líquida, está cada vez más cerca de la práctica clínica generalizada. El doctor Emilio Alba, director de la Unidad de Gestión Clínica de Oncología Integral del Hospital Virgen de la Victoria e investigador de la Universidad de Málaga, participa en varios proyectos de investigación y desarrollo para aplicar esta técnica. Ahora, el laboratorio que coordina en el Centro de Investigaciones Médico Sanitarias de la Universidad (CIMES)ha obtenido las certificaciones necesarias para aplicarla a la detección y seguimiento del cáncer colorrectal mestastásico. "La biopsia líquida es la determinación de fragmentos de DNA circulante, células tumorales circulantes o exoxomas en sangre periférica", explica. Sus resultados indican que existe una concordancia de más del 90% entre los resultados de la biopsia líquida y la biopsia clásica de tejido, según se puso de manifiesto en la reunión 'Diagnóstico del RAS a través de biopsia líquida', celebrada el pasado miércoles en el CIMES y organizada con la colaboración de Merck.

Esta determinación es posible porque actualmente se cuenta con una tecnología más sensible, denominada BEAMing. "La cantidad de ADN tumoral circulante respecto al normal es muy baja. Hasta ahora no se podía medir, pero contamos con tecnología que nos permite detectar cantidades mínimas de ADN tumoral circulante. Lo mínimo que hemos conseguido detectar son 6 copias de ADN anómalo por cada copia de 100.000 copias de ADN normal", explica Alba.

En su opinión, las ventajas para la detección de cáncer colorrectal son importantes. Una ventaja evidente es la evitar la intervención. Además, "es como si hiciéramos una foto en tiempo real de su evolución. Eso nos permite hacer un perfil del tumor. Conocemos las mutaciones que hay tras ese tumor y eso nos facilita elegir un tratamiento más adecuado. Si hay más ADN tumoral circulante entendemos que existen más células tumorales en el organismo", afirma Alba. La biopsia líquida a través la sangre periférica ayuda de este modo a la selección de tratamientos; "ya que permite detectar las mutaciones de KRAs y NRAS, lo que delimita a determinados grupo de pacientes no se beneficia de tratamientos anti EFGR", matiza Alba.

Actualmente, solo está aprobado para la detección de mutaciones del gen K-RAS en carcinoma colorrectal metastásico, pero según indica el investigador sus posibilidades son amplias. Se está estudiando en otras circunstancias, otros tipos de cáncer e incluso otras patologías. "Estamos colaborando con las empresas que desarrollan esta tecnología para ver la sensibilidad y capacidad de estas técnicas en la detección de cáncer de mama. El objetivo final sería poder realizar un diagnóstico precoz solo a través de un análisis de sangre. También lo estamos estudiando en cáncer de pulmón para ver cómo cambian las mutaciones en el receptor EFGR", explica el experto.

Asimismo, una segunda generación de este tipo de tecnología está estudiándose para hacer detección precoz de cáncer de próstata, pulmón, mama, colorrectal y ovario. "Somos uno de los hospitales del mundo que tiene más experiencia en el estudio del carcinoma colorrectal con biopsia líquida junto con el Hospital Reina Sofía en Córdoba", indica Alba. En su opinión, en un futuro cercano previsiblemente se podrá aplicar esta técnica a muchas patologías distintas.

De momento, es una tecnología incipiente. Hay algunos hospitales que trabajan con ella, como el Vall d'Hebron, pero no es una práctica generalizada ni en España ni en el resto de Europa. "La gente aun no lo conoce y es normal que aparezcan resistencias lógicas ante cualquier innovación. Pero nuestro nivel de concordancia entre lo que indica la sangre y lo que indica el tejido es de más del 90%. Tenemos losdatos", subraya el experto.

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