La Semana Santa del próximo año será diferente en muchos sentidos. El Consejo de Cofradías que preside Joaquín Sainz de la Maza ya prepara esa revolución que anunció tras la pasada celebración. Tras un primer año de toma de contacto, los sucesos de la Madrugada han deparado que los cambios anunciados se precipiten. El Ayuntamiento apremia para tener cuanto antes un esbozo, al menos, claro de cómo será la Semana Santa del futuro. Para ello, los delegados de penitencia ya han celebrado sus primeras reuniones.

Sainz de la Maza explicó a este periódico que actualmente se está analizando todo, incluidas las peticiones que hay de algunas hermandades de víspera, como la del Cristo de la Misión o la Corona, para incorporarse a algunas jornadas, aunque reconoce que con la actual configuración es complicado. Según los nuevos estatutos estas incorporaciones deben ser aprobadas por las dos terceras partes de las cofradías de la jornada. El presidente no rehúye ningún debate, como sucedió con el Vía Crucis, y no descarta incluso que se produzcan permutas de días entre algunas hermandades, aunque subraya que lo más fácil es que sean cambios de orden dentro de los mismos días. Estos cambios de días ya fueron apuntados hace algunos años por Adolfo Arenas, presidente del Consejo hasta octubre de 2012, como una solución de futuro para descongestionar algunos de los días.

Las reuniones de los delegados se mantendrán durante los próximos meses para dar forma a la Semana Santa de 2018. El presidente señaló que el objetivo sería que tras el verano, las ideas estén claras y los cambios cerrados para que el Ayuntamiento también empiece a trabajar y que no quede todo pendiente para la cuaresma como en años anteriores.