Bajo Palio

La Carrera Oficial recupera al Calvario

  • Por primera vez la imagen cristífera del Cristo del Mar procesiona por el Paseo de Almería junto a la Virgen de las Lágrimas y San Juan Evangelista

Allá por el año 1988 la Hermandad de las Angustias cuando cambió de sede canónica a la antigua mezquita Iglesia de San Juan, incorporó a su cortejo procesional unas imágenes que representaban el paso del Calvario y que, en primera instancia, acompañaron al Cristo del Amor hasta 1959, permaneciendo posteriormente arrumbadas en una iglesia de la barriada de El Alquián. Estas imágenes fueron sustituidas en 1999, a excepción del crucificado anónimo, por la Virgen de las Lágrimas y San Juan Evangelista, obras del imaginero Miguel Bejarano Moreno, quien también realizó un nuevo Cristo en el 2003 a fin de incorporarlo al grupo escultórico, aunque permaneció en la sacristía sin procesionar, hasta que fue bendecido en la iglesia de San Roque en el año 2007 bajo la advocación de Cristo del Mar, al encontrarse acogido esta sublime imagen sagrada por la congregación religiosa de los Padres Marianistas rectores de la marina y mariana iglesia de San Roque ubicada en el poético barrio de Pescadería-La Chanca.

La cofradía penitencial bajo la dirección de José Antonio García Pardo y la siempre ayuda mutua del distinguido cofrade Juan Espinosa García, tras los trámites burocráticos eclesiales establecidos en las reglas de la Agrupación de cofradía, se le asignó el Miércoles Santo para que realizará su Estación de Penitencia, tras su paso por el exterior de la S. y A. Iglesia Catedral de la Encarnación, por la tradicional Carrera Oficial sita en el emblemático y arboleo Paseo de Almería, recibiendo desde el parquillo de horas la venia para transitar con solemnidad barroca de negro ruán entre miles de personas que se encontraban en las tribunas municipales en ese tramo de obligado cumplimiento corporativo cofrade. Silencio y austeridad en el cortejo junto a la sobriedad del Paso de Misterio flanqueado por miembros uniformados de la Orden de los Reales Tercios de España.

Sí todos los pasos son una representación plástica de la Pasión y Muerte de Jesús, más aún este sobrio paso señalado en los Evangelios canónicos y apócrifos, estando al pie de la Cruz las únicas personas más íntimas al entorno del Nazareno, la dolorosa María Santísima y el discípulo amado Juan, junto a otros personajes de la Pasión, que sí están representados en otros pasos almerienses, especialmente en el que hoy, Jueves Santo, desfilará penitencialmente, el Descendimiento de la Cofradía del Silencio.

Un cortejo procesional bien acoplado y dirigido por los directivos con un recorrido bellísimo desde la propia salida, aunque sería conveniente que la autoridad eclesiástica autorizará a abrir una puerta amplia por la calle Corbeta para que pudiera salir desde el interior del templo el paso de misterio, y que discurrió entre los quejidos amorosos de las saetas por el antiguo Cuartel de la Misericordia - Subdelegación de Defensa-, Iglesia de San Juan, deteriorado Hospital Real de Santa María Magdalena, apostólica Catedral, Santuario de la Coronada y Alcaldesa perpetua Virgen del Mar, Iglesia de San Pedro, conventual convento de clausura franciscano de las Madres Clarisas, y por la morería de la Almedina, encontrándose con el Santísimo Cristo del Amor en su Sagrada Expiración, el Cristo de la Alcazaba, recordando a su benefactor Baltasar Jiménez. Este año junto a esta primera salida en Carrera Oficial, hay que destacar el excelente apostolado realizado, al formar parte del cortejo y reflejar en terciopelo negro las siete últimas palabras que pronunció el Cristo del Mar en la cruz, lo que escenificaba de forma pública el testimonio del mensaje cristiano basado en el amor y el perdón: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen; hoy estará conmigo en el Paraíso - se refería a Dimas-, el primero en ir al Cielo; Mujer he aquí a tu Hijo…., he aquí a tu Madre; ¡ Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?; tengo sed; todo está consumado; y Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu."

El regreso en la gélida madrugada con las fragancias del salitre de la cercana mar y los aromas de geranios y galanes de noche impregnados con el incienso y acompasados con los sonidos de la Banda de Cornetas y Tambores Sentencia de Almuñécar, quienes pusieron la nota musical sobresaliente a un cortejo procesional que ha demostrado de forma fehaciente y notoria la madurez de nuestras cofradías en el catolicismo popular y su estilo propio adaptado a nuestra cultura netamente almeriense, poniéndose punto y final al Miércoles Santo, ya Jueves Santo, con las preces de ritual devocionales y fervorosas que inspiran la interpretación del Himno Nacional, máxima tributación al Señor de la Vida y la Esperanza.

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