El Gran Poder ponía su cofradía en la calle a las 19:30 horas, desde la Iglesia de San Pío X, decenas de nazarenos precedían al Señor de la larga zancada, ese de mirada cabizbaja, de semblante bello y dolorido, la imagen que tallara el imaginero sevillano Navarro Arteaga sobrecogía a todo aquel que esperaba la llegada del barroco paso del Señor. Pese al fuerte viento que soplaba en gran parte del recorrido la cofradía realizó su estación de penitencia sin incidencia alguna.

Es una imagen conocida por muchos, su advocación es de las más bellas de todas las imágenes de Almería, Nuestro Padre Jesús del Gran Poder es de las más devocionales en toda Andalucía, y en nuestra ciudad podemos disfrutar de ella cada Lunes Santo.

Lucía el Señor túnica en sarga morada, sobre el paso, aún ejecución del tallista Antonio Ibañez, cuatro faroles en alpaca plateada alumbran al Cristo con la cruz al hombro.

Nazarenos portando cirios rojos, por el carácter Sacramental de esta Hermandad, nazarenos que vestían túnica de cola, suavemente reposada en el brazo, avanzaban sigilosamente por la Avenida Cabo de Gata, esperando la llegada a Carrera Oficial, el tramo donde más almerienses esperaban a la cofradía.

Cabe destacar el paso de esta Hermandad por la Calle Reyes Católicos, buscando la Rambla, ya dirección a su templo, el recogimiento y el sólo sonido del rachear de los costaleros sobrecoge a cuántos esperaban el paso del cortejo. Un cortejo aún incompleto, María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, espera paciente en la Iglesia de San Pío X, el día en el que acompañada por San Juan Evangelista, se pose bajo su palio y sea admirada y venerada por todos los Almerienses.

Es la primera Hermandad de negro de Almería en pasar por Carrera Oficial y entre Macarena y Pasión, las otras Hermandades del Lunes Santo, pone la nota de contraste, el silencio frente a las marchas procesionales, el andar largo de los costaleros frente a los cambios, las túnicas de cola negras tan diferentes de las coloridas de capa.

Es una cofradía penitencial en el más puro sentido de la palabra, cirios al cuadril, nazarenos descalzos, penitentes portando una cruz tras el Señor, siguiendo sus pasos, fieles siempre a Jesús, Áquel que murió para redimir al mundo.