Bajo Palio

López-Guadalupe reflexiona sobre la Soledad y la obra de José de Mora

  • El profesor de la Universidad de Granada abrió los 'Viernes de la Soledad' en un acto que también contó con la presentación del cartel, obra de Guillermo Méndez

Miguel Luis López-Guadalupe Muñoz, doctor en Historia y profesor de la Universidad de Granada, cofrade del Santo Sepulcro, y del Santo Crucifijo de San Agustín de la vecina ciudad andaluza llevó a cabo la apertura de los 'Viernes de la Soledad' con una conferencia sobre los pilares de la devoción almeriense por esta advocación mariana, y la obra del imaginero José de Mora, considerado como el posible autor de la talla de la hermandad decana almeriense.

López-Guadalupe realizó una densa ponencia que estructuró en siete partes y acompañó con un amplio archivo fotográfico. En su introducción, hizo un repaso por la cronología de la hermandad desde sus inicios en el siglo XVIII con la fundación de la hermandad servita en 1768 y la aprobación de sus estatutos en 1773, destacando la constancia de la celebración de la procesión a finales de dicho siglo, la donación del manto en 1835y la de la diadema en 1856.

A continuación, presentó las distintas advocaciones de los Dolores y Soledad en Almería, la influencia de la Orden Tercera Servita de los Dolores de María, el carácter de hermandad sacramental, la constitución de las reglas de la hermandad de 1828, que conjugan las prácticas devocionales en la liturgia y en la piedad popular atesoradas a lo largo del tiempo y que, entre otros aspectos curiosos, establecía que "en Domingo de Pascua de Pentecostés se celebraban elecciones a dos hermanos mayores".

Al referirse concretamente a la imagen, el conferenciante habló de los versos escritos por Juan del Encina, Gerardo Diego, García Lorca o Lope de Vega. La Dolorosa que José de Mora hizo para los servitas de Granada, afirmó López-Guadalupe, es el prototipo de imagen de la escuela granadina, y resaltó las manos de la talla almeriense como muy llamativas, "aunque las manos orantes pero no entrelazadas no son típicas de Mora".

Finalizó su exposición con unas conclusiones sintetizadas en una imagen sagrada, devocional, que recaló en la Semana Santa, conserva la tradición servita y los signos distintivos de la Orden, se enraizó en la piedad popular, forma parte de la teatralidad barroca, destaca la solidaridad de los cofrades, el parroquialismo y la sacramentalidad de la hermandad.

El hermano mayor de la Soledad, Luis Criado, presentó a continuación el cartel anunciador del Viernes Santo sobre una bella imagen realizada por el fotógrafo Guillermo Méndez Sánchez. Criado también anunció que este año el paso de la Soledad procesionará en completo silencio, ya que el dinero que cuesta la capilla musical irá destinado este año a cáritas parroquiales, en solidaridad con la difícil situación por la que atraviesan muchas personas.

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