Bajo Palio

La Virgen de la Unidad atrae la pasión de todos sus devotos

  • l unidadLa cofradía recorrió las principales calles de Piedras Redondas arropada por el cariño de los vecinos y sus cofrades

Pese a las inclemencias meteorológicas que se dieron al comenzar la tarde, la cofradía pudo realizar su estación de penitencia completa y como estaba estipulado a las 20:30 horas aparecía la Cruz de guía flanqueada por dos faroles, tras ella, casi un centenar de nazarenos formaban el cortejo que cada año es más cuidado por los diputados de tramos que se encargan del orden de las filas. Mujeres ataviadas con la clásica mantilla precedían al paso de palio, y tras la presidencia, ella, María Santísima de la Unidad, obra del escultor gaditano Luís González Rey y que ataviada exquisitamente por su vestidor, lucía esplendorosa en su paso de palio que este año estrenaba las cartelas de los respiraderos pintadas a mano por Gabriel Martín.

Un paso de palio peculiar, con cantidad de detalles, realizado en el taller de orfebrería sevillano Manuel de los Ríos, que año a año van completando.Y para la más bella de las rosas, iris blancos que adornaban las ocho jarras que se distribuyen entre los varales del paso. La Banda de Música los Iris de Instinción puso los sones musicales tras el palio por antonomasia del sábado de pasión, una banda que se prodiga mucho en nuestra Semana Santa y que este año se estrenaba tras la Unidad.

Cofradía joven pero con una clara evolución en lo que a insignias se refiere, su nutrido grupo de hermanos, muchos de ellos jóvenes involucrados en la cofradía, hacen que cada Sábado de Pasión sean muchos los almerienses los que se desplacen hasta Piedras Redondas para acompañar a la Unidad en su estación de penitencia, resaltando el emotivo momento de la petalá cuando miles de pétalos de rosas caen sobre el palio de María Santísima, cubriendo su manto de flores y dejando un olor entremezclado de incienso y azahar.El buen hacer de su cuadrilla de costaleros quedó constatado en las chicotás que durante el largo recorrido fueron realizando, recorriendo las principales calles de un barrio que cada año se vuelca con su hermandad, y es que la mayoria de los vecinos de Piedras Redondas están muy vinculados a la parroquia de San ignacio de Loyola.

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