Bajo Palio

La costalería, un mundo por conocer

  • El mundo del costal ha evolucionado en ropas y en técnica

  • Sobre ello hablan los capataces Miguel Ángel Plaza, Jorge Alonso, Basilio García y Alejandro Suárez

Basilio García, auxiliar de la Hermandad de la Santa Cena.

Basilio García, auxiliar de la Hermandad de la Santa Cena. / fotos. r. gonzález · J. alonso

Costales por debajo de la nariz, pantalones entallados, en algunos costaleros se pueden confundir con mallas, medias coloridas y botines. Éste es el prototipo de costalero que está de moda en Almería. Con palabras del capataz Antonio Santiago: "Las ciudades deben copiar lo mejor de Sevilla, no lo peor", refiriéndose a la forma de ponerse el costal. La impulsión del protagonismo de los costaleros en este mundo puede llegar en algunas cuadrillas a ser preocupante. Este fenómeno está identificado con costaleros que en algunos casos no llevan en este mundo más de tres o cuatro años y llegan pidiendo ser la voz de la cuadrilla o establecerse en los costeros de los pasos.

En palabras de los veteranos costaleros de San Juan y Los Ángeles, Francisco y Vicente López "en algunos casos estos costaleros buscan protagonismo y no tienen capacidad de sufrimiento cuando el paso pesa más de lo normal". Para Basilio García, la evolución de la costalería en Almería "ha crecido de manera muy elevada en cuanto a técnica y a la ropa que utiliza el costalero, aunque quedan muchas cosas por mejorar".

Los pasos que van en silencio no llaman la atención a los costaleros de la capital El trabajo de un capataz va más allá de tocar el martillo e intentar sacar y meter al paso

Para que no ocurran este tipo de protagonismos al frente de la cuadrilla, es "el capataz el que no debe permitirlo y saber la forma de tratar al costalero", como explica el capataz veterano Alejandro Suárez. Pero en algunos pasos de la Semana Santa algunos capataces deben aguantar muchas cosas por falta de gente en determinadas cuadrillas.

Este prototipo de costalero suele sacar pasos la mayoría de los días y trabaja en lugares en el que la música es la esencia de la procesión. La pasos en silencio, que coinciden con Jueves y Viernes Santo, no son atractivos para este tipo de trabajadores.

Jorge Alonso, actual capataz de San Juan Evangelista, dice: "El día y la forma de la hermandad influye mucho a la hora de encontrar costaleros en la capital de Almería". Hace saber también que "sacar en silencio un paso en Almería cuesta Dios y ayuda". Coincide con esta afirmación Alejandro Suárez, quien matiza: "Los pasos de silencio son para costaleros que tienen una elevada madurez costalera".

Para un costalero, que ha preferido mantenerse en el anonimato, ex costalero de Fe y Caridad, explica que "en Almería queda mucho que recorrer en cuanto a costalería se refiere, el oficio del costalero no es lo que podemos ver hoy día en la calle, el gran costalero pasa desapercibido, entra y sale y nadie sabe nunca de él".

El costalero X afirma con rotundidad que "el oficio de la costalería es el gran desconocido en Almería, aunque se van dando pasos hacia adelante". Su identidad nunca la sabrán, aunque puede verlo en la mayoría de los ensayos al lado de usted o puede ser compañero suyo de trabajadera en dos pasos de la Semana Santa de Almería.

AL TOQUE DEL LLAMADOR

"Ser capataz es saber formar y cuidar una cuadrilla en la que haya una unión y cada uno de los integrantes, incluido el cuerpo de capataces, vayan todos a una. Para eso hay que trabajar muchas cosas que vamos a ir viendo en este artículo".

Que es lo primero que debe tener un capataz para que una cuadrilla responda. La respuesta es rotunda, ser buen capataz. Parece una respuesta sencilla ¿verdad?, pues las Cofradías de Almería, algunas claro, parece no tenerlo tan claro. Porque existen casos en el que los pasos

Lo segundo es implicación, con la Hermandad que lleva a sus titulares o mínimo con su cuadrilla. Alejandro Suárez, actual capataz del Cristo de la Misericordia y Descendimiento explica que "hay que estar atento hasta el último detalle que existe dentro de un paso y sobre todo está continuamente pensando en qué puede mejorar para que su cuadrilla esté lo mejor posible". Valorado por muchos el trabajo realizado sobre todo en Descendimiento, Basilio García, actual integrante del cuerpo de capataces de la Santa Cena, comenta que "se nota mucho el trabajo que realiza en el Descendimiento".

Cuando llega la cuaresma uno de los momentos claves en una cuadrilla debe ser, la igualá. Es fundamental que todo el mundo vaya en la trabajadera que debe cargar, en este tercer paso, caen muchas de las cuadrillas de Almería. Una mala igualá es estar abocados al fracaso. Si no existe una buena igualá durante los ensayos y en la procesión comienza los vaivenes de celo en la trabajadera.

Llegamos al cuarto paso, previos a la Semana Santa, los ensayos. En este momento un buen capataz, rodeado de un gran cuerpo de auxiliares, debe comenzar a corregir posturas debajo del paso, evitar los gorrocópteros. Para los menos en la materia, dícese de costales que se encuentra por encima de la ceja llegando en algunos caso a verse la zona de la cabeza. Debido a la mala posición del costal el costalero no trabaja en su sitio y puede llegar a sufrir bastante bajo el paso.

El talón de aquiles de las hermandades habladas anteriormente es sobre la falta de conocimientos por parte del cuerpo de capataces que hacen que no puedan corregir estas posiciones y la calidad y postura de la ropa. Esto hace que el día de la procesión los costaleros vayan directamente al matadero.

En Almería y cogiendo palabras del famoso costalero X "existen muy pocos capataces que estén a la altura de la imagen titular que sacan a la calle, si tuviera que elegir "me sobrarían tres dedos de la mano".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios