El Barcelona entre ceja y ceja. Escudé está en la última etapa de su recuperación y espera reaparecer en una de las citas más esperadas de la temporada. Llega el mejor Barça de los últimos tiempos, reforzado además por dos ex sevillistas, y nadie quiere perdérselo. Ni un Escudé que sabe lo que es sufrir una lesión de larga duración, como la que padeció el curso pasado, de la que tuvo que operarse finalmente. Su concurso, además, mejora el juego en general del Sevilla en las citas de máximo nivel, aunque él no cree que el equipo lo eche de menos y halaga su buen trabajo defensivo pese a las bajas de la línea.

Escudé comenzó con nuevos bríos el nuevo curso hasta una inoportuna caída en Lieja: "Tuve un golpe en la cadera derecha y el aductor se vio un poco afectado -recuerda-. Ya ante el Recreativo la molestia era más fuerte, pero jugué porque el partido era importante tras cuatro derrotas seguidas. Y al día siguiente tenía un gran dolor en el aductor. Me he hecho varias pruebas, tanto en Sevilla como en Francia la semana pasada, y se ha visto que tenía una ramita de líquido entre los dos aductores, el medio y el pequeño, que era lo que me molestaba incluso al andar", explica el jugador. Su lesión de pubis está olvidada y no le afecta mentalmente, de ahí sus buenas expectativas: "Hace ya 15 días de eso y hoy ya he corrido más. Todavía tengo alguna molestia, pero va mejorando, en los movimientos, en los estiramientos, al tocarla. Tengo buenas sensaciones para volver lo más rápido posible".

Lo único que preocupa al central francés es una recaída como las de Diego Capel o Konko. ¿Llegará con garantías para jugar el sábado? "De momento, no sé. Va a depender de la carga de trabajo. Intentaré hacer más cada día, ya sabemos cómo responde el músculo. Varios jugadores han recaído y hay que ir con paciencia. Para el Barcelona queda casi una semana hasta el sábado, y son días necesarios para trabajar tanto en el campo como fuera, recuperando con el cuerpo médico. Veremos día a día y lo que quiere plantear el míster para el partido. Después de más de 15 días parado puede ser que juegue", reflexiona el defensor galo.

Ese temor a una recaída se palía con las enormes ganar de jugar frente al potente líder: "Yo lo único que quiero es jugar, es uno de los partidos más bonitos de la temporada, en casa contra el Barcelona. Es un sueño para cualquiera. Por eso estoy intentando acelerar la recuperación para estar listo, pero con cuidado, porque es una zona todavía débil, es cerquita a la zona operada (la inserción del pubis), en el aductor. Esa parte después de una operación y tanto tiempo parado está algo debilitada, y con 29 años no se recupera igual que con 20. Pero yo quiero jugar", afirma.

un empate positivo

Dejando aparcada su situación personal, Escudé analiza el inicio de la Liga entre los de arriba y da por bueno el empate ante el Valencia: "No hemos perdido, es un punto positivo en casa contra un rival directo. El Valencia jugó bien, cerró bien los espacios, con mucha experiencia a alto nivel. Tuvimos ocasiones y no acertamos. Para empezar el Tourmalet, fue bastante bueno, sufrimos, trabajamos bien en defensa. He notado bien a todo el equipo y eso es bueno". Eso sí, cree que el Sevilla aún debe mostrar más armas: "Fue un partido en casa y es verdad que tenemos que enseñar más cosas ante nuestra afición. Pero el Valencia tiene ofensivamente muy buenos jugadores. Y ahora vamos a verlo con el Barça".

Evidentemente, sale a colación el Zamora de Palop y la seguridad defensiva, pese a su ausencia y las de Konko, Crespo o Dragutinovic: "Es la consecuencia de un trabajo defensivo de equipo. Juegue quien juegue, no cambia la cosa. Cuando la defensa encaja goles es culpa de todos, y ahora, igual, es fruto del trabajo de los delanteros y del medio campo también".

sólo falta el gol

¿Puede verse afectado el juego de ataque por la obsesión por el trabajo defensivo? Escudé no cree tal cosa: "Lo único que está faltando es marcar los goles, algo de suerte y ser más matador delante de la portería. Es lo que diferencia a los grandes equipos, que de dos ocasiones hacen un gol". Y también rechaza las críticas al juego: "¿Juego bonito? Si ganamos, hay alegría, y eso depende de los resultados. Estamos bien en la clasificación y el equipo está a gusto. El juego se puede ver de otra forma desde fuera, pero sólo es cuestión de resultados". Y tampoco admite que el equipo eche en falta su salida del balón: "El juego hasta el área ya es de los medios. Yo no tengo mucho que ver en eso, aunque dé el primer paso". "El míster pide que la defensa no encaje goles y se está logrando el objetivo sin mí", añade.

Y ahora, el Barcelona. "Es uno de los equipos que mejor juega al fútbol en el mundo, hay que tener mucho cuidado. Quizás nos ayude el resultado del Getafe, porque no van a llegar con mucha, mucha confianza. Y saben que en nuestro campo, con el apoyo de todos, es difícil jugar con nosotros", dice Escudé, que advierte que el Sevilla no debe renunciar al balón: "Si empezamos a correr detrás de la pelota, el Barcelona nos va a matar. Hay que jugar muy juntos y cuando recuperemos el balón aprovechar los espacios, buscar las bandas, la velocidad. Estos partidos son para enseñar nuestra calidad, para demostrar que luchamos por algo".