El año orilla hacia su fin y José María del Nido ha aprovechado estos días de receso deportivo para realizar un balance en los medios oficiales del club. En él, el mandatario sevillista desgrana aspectos muy interesantes, en los que destaca un discurso más realista sobre la posibilidad de que su equipo continúe la lucha por el título liguero este curso. Además, rechaza con rotundidad que el club vaya a realizar un esfuerzo económico en enero y elogia que Manuel Jiménez haya podido trabajar con una "campaña tan voraz" contra su persona como la que sufrió el curso pasado.

Este Del Nido en su versión más realista no dista tanto del que anunció a principio de curso que el Sevilla iba a pelear la Liga aunque matizando que la obligación de ganar títulos era de los grandes: "En una Liga sobre los 80 puntos, como la ganaron en los últimos diez años Deportivo y Valencia, el Sevilla podría estar ahí para pelearla, como ya ocurrió hace tres campañas. Pero es evidente que en una Liga de este nivel, en la que los grandes están batiendo sus propios récords, se me hace imposible".

Eso sí, se congratuló de haber puesto siempre el listón alto para ir creciendo en los objetivos: "Cuando uno pone la zanahoria alta es cuando se acerca a cogerla. El Sevilla no se hubiera metido entre los seis primeros en los últimos seis años si no se hubiera puesto alto el objetivo", explicó. En ese sentido, dijo que firmaría "quedar tercero si los grandes no pegan un bajón". "Tenemos que ir a muerte a por el tercer puesto", afirmó.

Además, desveló que para él sería una enorme decepción no ganar la Liga antes de concluir su mandato, un hecho que aún no tiene fecha: "Me gustaría conseguirla antes de que expirara mi mandato, porque creo que las personas y los proyectos se agotan y pasan, y el futuro del Sevilla seguirá cuando José María del Nido falte. Y si no consigo la Liga me iré con una gran desencanto". Al respecto de esa ambición por ganar el título liguero, el dirigente opina que el club está en el camino adecuado, sin prisa pero sin pausa: "El Sevilla está marcando el paso, y eso es importante para que el año que los grandes no estén en noventa y tantos puntos, sino en ochenta y tantos, el Sevilla pueda ser una alternativa real", dijo reiterando el mensaje que ya envió antes de que el balón echara a rodar.

Otro asunto importante que tocó fue la cacareada opción de reforzar al equipo en enero: "Me gustaría ser lo suficientemente explícito para que la afición lo entendiera. Primero: ¡El Sevilla no se puede gastar diez millones de euros por una frivolidad para un mes! El Sevilla no tiene capacidad económica para ello. El Sevilla no puede, porque Zokora se vaya ir 20 días, fichar a un futbolista de su nivel, que nos cueste diez millones de euros y que gane dos millones libres de impuestos, cuatro millones de amortización al año, para un mes. Eso lo pueden hacer Madrid y Barcelona; nosotros somos un club medianito en lo económico". "Es simple -añadió-, buscas un futbolista, te gastas un dineral, lo traes, se integra y cuando se integra vuelve Zokora y juegan Zokora y diez más".

También descartó que el Sevilla vaya a tirar la Copa del Rey: "Nuestra obligación es, sabiendo que el Barcelona es ahora mismo el mejor equipo del mundo, derrotarlo y pasar la eliminatoria".

Por último, habló sobre la situación que atravesó Jiménez el curso pasado: "En mis 15 años de directivo jamás había visto una campaña en todos los órdenes tan voraz como la que se ha seguido con Manolo Jiménez. Es una experiencia nueva, y yo tengo las espaldas mucho más amplias por la experiencia que Manolo. Con la presión que ha tenido, lo que ha hecho ha tenido un mérito tremendo".