Sevilla | almería · MARCAJE AL HOMBRE

Un lateral, que ya es bastante

  • Konko cumple con disciplina y la necesaria anticipación cuando fue preciso en su vuelta a la banda derecha del Sánchez-Pizjuán · El único lunar fue por una suficiencia que pudo acabar en gol de Negredo

La sanción de Mosquera y la definitiva recuperación de Konko propició que el aficionado sevillista pudiera ver in situ al francés, por el que la dirección deportiva realizó una desorbitada apuesta este verano. Una lesión tras otra habían impedido al jugador con ascendencia marroquí desvelar por qué el Sevilla pagó por un simple lateral un dineral. Ahora, parece poco probable que Mosquera vuelva a quitarle el sitio, porque Konko, al menos, es lateral, y eso ya es bastante. Tuvo un único lunar, en el minuto 54, con una pérdida que pudo acabar en gol de Negredo. Pero por lo demás cumplió en una defensa que, por fin, estaba integrada por los jugadores elegidos este verano.

Hacía mucho tiempo que Konko no corría la banda derecha del Ramón Sánchez-Pizjuán. Las lesiones lo han perseguido durante buena parte de la temporada y la última, una lesión de pubis producida en el Luigi Ferraris el día de la eliminación del Sevilla de manos de la Sampdoria, se prolongó hasta hace poco por una recaída entrenándose. Jiménez llegó a decir cuando se recuperaba que la afición no podía saber la enorme voluntad que estaba poniendo el marsellés por comenzar a ayudar al equipo y en demostrar su valía.

Detrás de este comentario estaban las enormes dudas que empezaba a concitar un jugador que costó nueve millones de euros, un precio quizás inflado por el interés que tenía el Inter de Mancini en hacerse con él. Llegó Mourinho y pensó, para qué queremos a Konko si tenemos a Maicon, el lateral habitual de la selección brasileña por delante de Daniel. Y el Sevilla se esforzó por hacerse con el hombre llamado a ser el sustituto de la estrella ex sevillista. Buscaba, obviamente, otro perfil de jugador, que Daniel sólo hay uno. Un jugador que ayer formó junto a la defensa que estaba llamada a ser la titular: Squillaci, Escudé y Fernando Navarro.

Antes de ayer, el francés de origen marroquí, apenas había jugado diez partidos en las 25 jornadas disputadas de Liga, acumulando sólo 653 minutos. Ante el Almería cumplió su partido undécimo. Y como mejor virtud, sacó su disciplina y su tranquilidad para vigilar su zona y ayudar en lo posible a Jesús Navas arriba, en un partido que fue del monólogo al diálogo.

Konko intentó asegurar casi siempre el pase. O bien desdoblaba a Jesús Navas, o bien buscaba un pase horizontal a la corona del área, donde se ofrecía Kanoute. Y realizó un par de centros sin fortuna durante el monólogo de la primera mitad. El primero, algo blando a las manos de Diego Alves. El segundo, tras una gran jugada de Perotti, recogiendo en el área el balón y poniéndolo en la olla, donde se pidió penalti por un empujón a Renato. Y en defensa, no dejó maniobrar a Crusat en las pocas ocasiones que avanzó por su costado. La única vez que lo superó en la primera mitad, con un recorte hacia dentro, no dudó en hacerle falta.

La segunda mitad fue otro cantar y ya se prodigó poco en ataque, apenas en los córners. Sólo en la jugada del minuto 54, pecando de suficiencia en un pase vertical y no acertando a tapar luego el centro de Crusat que remató mal Negredo, tuvo su particular lunar, que no llegó a empañar su decente partido. Algo tarde, ya hay un lateral.

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