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Tres semanas después

  • El Sevilla devuelve visita al Leicester en un contexto que no tiene nada que ver con el vivido en la ida

  • El equipo de Sampaoli, hoy con todos los titularísimos, debe recuperar su mejor nivel.

Nasri y N'Zonzi se disponen a embarcar rumbo a Leicester en el aeropuerto de San Pablo, mientras Kranevitter firma un autógrafo.

Nasri y N'Zonzi se disponen a embarcar rumbo a Leicester en el aeropuerto de San Pablo, mientras Kranevitter firma un autógrafo. / víctor rodríguez

Tres semanas mal contadas han transcurrido desde que el Sevilla y el Leicester se vieran las caras en el Ramón Sánchez-Pizjuán, 20 días apenas para que ambas escuadras vuelvan a medirse con los papeles cambiados entre ambas. Mucho tuvo que ver para ello aquel gol de Vardy cuando la afición sevillista cometía un pecado imperdonable en el deporte, celebrar las cosas antes de conseguirlas. Aquel tanto del internacional inglés, tan inesperado tal y como se estaba desarrollando el juego, tuvo un efecto muy negativo en las huestes de Jorge Sampaoli, que tal vez comenzaron a desear con fuerza que arrancara la cita de vuelta en una especie de ansiedad que, junto a las rotaciones para llegar frescos a la cita de hoy, ha rebajado en muchos puntos el potencial de los sevillistas. Todo lo contrario sucedió en el actual campeón de la Premier inglesa. Claudio Ranieri fue despedido a raíz del mal papel de los suyos en Nervión y desde entonces todo han sido buenas noticias para el cuadro inglés, incluidos los dos triunfos ligueros ante Liverpool y Hull. Su estado de euforia es tal que ya se ven casi en cuartos...

Esto demuestra el carácter imprevisible del fútbol, un deporte donde todo puede variar de una semana a otra, de una determinada circunstancia a otra. El Sevilla, ahora, se ha plantado aquí, en el centro de Inglaterra, con todas las dudas metidas hasta el tuétano de sus huesos. "Si no mejoramos el rendimiento, lo vamos a tener muy difícil para continuar en la Champions". La frase no pertenece en este caso a la elucubración de ningún analista futbolístico, así se expresó el propio Sampaoli pocos minutos después del último partido liguero contra el Leganés, y si es el técnico argentino quien lo ve de esta manera sus razones tendrá para lanzar esa advertencia.

Lo cierto es que quienes menospreciaban al Leicester a pesar de su condición de campeón de la Premier League, sí, el último que ganó esta liga tan prestigiosa, ahora son los mismos que lo perciben poco más o menos como si fuera el Barcelona de Pep Guardiola o el Milan de Arrigo Sacchi. Está claro que ni una cosa ni la otra, que en el término medio está la virtud y que ni los Foxes son el Espeleño B, como un comentarista en tono forofo puso de moda en un programa de la cadena SER, ni tampoco van a recuperarse para volver a ganar la Premier tras la destitución de Ranieri. Eso sí, es evidente que el Sevilla no lo va a tener fácil para meter su bola en los cuartos de final de esta Liga de Campeones.

El 2-1 de Vardy produjo un estado de ansiedad en los blancos y llega el día para quitárselo

Ésa, pese a la preocupación que se palpaba ayer en los rostros de los sevillistas durante el desplazamiento hasta el corazón de las Midlands, es la única obsesión que anida en la cabeza de Sampaoli y los suyos. El Sevilla se obligó a superar el listón de su historia más reciente en la máxima competición continental y con ese objetivo arrancará esta noche el partido en el coqueto King Power Stadium de Leicester. Porque la entidad sevillista ya jugó unos cuartos de final de la antigua Copa de Europa, pero de eso ya ha transcurrido muchísimo tiempo y el entrenador argentino nunca ha ocultado su ilusión por estar entre los ocho mejores de esta Liga de Campeones, algo que no pudo conseguir Manolo Jiménez las dos veces anteriores que peleó el Sevilla por ello ante el Fenerbahçe turco y el CSKA ruso.

A Jiménez, en su época, le costaron acérrimas críticas esas eliminaciones cuando el Sevilla partía como favorito en los pronósticos y eso es lo que quiere evitar Sampaoli en esta ocasión pese a que las apuestas se han igualado considerablemente en los 20 días que han transcurrido entre la ida y la vuelta. Pero, de momento, los sevillistas parten con una ventaja de un gol a su favor gracias a los tantos materializados por Sarabia y Correa el pasado 22 de febrero, contrarrestados en parte por el 2-1 obra de Vardy. Es el marcador de partida con el que arrancará todo en la fría noche, si se compara con la climatología que despidió a los sevillistas, que se anuncia.

Posibloes alineaciones del partido. Posibloes alineaciones del partido.

Posibloes alineaciones del partido. / FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía

¿Y cómo tienen que afrontar Sampaoli y los suyos esta cita con el campeón inglés para tener posibilidades ciertas para seguir adelante? El punto básico será que vuelva el once de gala de los nervionenses, esa alineación que se hizo reconocible con el paso de las jornadas bajo el mando del entrenador argentino y de su ayudante Lillo. Pero no bastará con eso, también será necesario que los futbolistas vuelvan a tener un punto de frescura que han perdido en las últimas fechas. La duda, al respecto, es si todo tiene más que ver con el aspecto físico o con las cabezas de los propios protagonistas a la hora de desarrollar ese fútbol que tan buenos resultados les dio hasta llevarlos a ser los que más puntos habían sumado a su casillero liguero en toda la historia del Sevilla.

Es una cuestión interesante de resolver, pero sólo los verdaderos especialistas son quienes poseen las respuestas a través de los tests físicos que se les puedan realizar a los profesionales, entre otras cosas porque las puertas de los entrenamientos han estado siempre herméticamente cerradas y todo lo que se hable de la preparación pertenece al terreno único y exclusivo de la especulación. El análisis de los hechos, por tanto, se limita para el periodista a lo que se ve en los partidos de fútbol y éstos no han emitido últimamente señales esperanzadoras para quienes siguen la fe balompédica radicada en el barrio de Nervión. Aunque también quepa la matización de que los resultados tampoco han sido tan malos como para que la crítica sea tampoco demasiado acerba.

El siguiente punto a tener en cuenta es que éste es el partido, que no existe un mañana después de él y que, por tanto, hoy quedarán absolutamente aparcadas todas las rotaciones para que Sampaoli elija a los 11 mejores futbolistas, a su juicio, para sacar adelante esta eliminatoria. Quiere esto decir que entre Sergio Rico, Mercado, Pareja, Rami, Escudero, Mariano, que acabó con problemas físicos contra el Leganés, N'Zonzi, Nasri, Iborra, Franco Vázquez, Sarabia, Vitolo, Jovetic y Ben Yedder, 14 en total, estarán los elegidos esta vez. Ellos son los titularísimos con alguna ligera opción también para Lenglet, pero no habrá ninguna concesión a las pruebas para tener más frescos a los futbolistas con vistas a otras citas inminentes, incluida la del Atlético en la Liga. Es Leicester, Leicester y después Leicester.

A partir de ahí ya serán N'Zonzi, Vitolo, Nasri y compañía quienes deberán encargarse de sellar el pase para cuartos de final ante el Leicester. La confianza entre ellos es absoluta y habrá que ver si son impermeables a las dudas que anidan en el entorno. El Sevilla tiene que defender un 2-1 contra el Leicester y la mejor manera de hacerlo tal vez sea bajo los parámetros de Sampaoli en ese mantra llamado amateurismo, es decir, a través de buscar al rival para someterlo. Todo es tan diferente a hace tres semanas que cuesta creerlo, pero hoy sí estarán todos los buenos del Sevilla y calidad tienen de sobras para sellar el pase.

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