Basaksehir-Sevilla FC

La tercera seguida está a un solo paso (1-2)

  • El Sevilla saca ventaja de su visita al incómodo Basaksehir para volver a estar entre los más grandes del fútbol europeo.

  • Ben Yedder le puso la rúbrica a un triunfo en el que todo pudo resolverse antes del intermedio

Basaksehir-Sevilla FC

Basaksehir-Sevilla FC / Mehmet Yilmaz

Importante paso del Sevilla para meter su bola en el sorteo de la fase de grupos de la Liga de Campeones. Un taconazo de Ben Yedder, en el primer pase de gol protagonizado por Jesús Navas en su retorno, sirvió para darle una importante ventaja a los hombres de Eduardo Berizzo ante un Istanbul Basaksehir que no fue un rival tan cómodo como quieren hacer ver quienes no profesan la fe balompédica sevillista. Pero eso tampoco importa en exceso cuando los nervionenses están a un paso de rubricar la vuelta a la élite del fútbol europeo por tercer año consecutivo, algo que jamás había logrado ninguna entidad radicada en Andalucía, sí al sur de España, con lo que eso supone en todos los sentidos.

Tampoco es cuestión de cantar triunfo antes de tiempo, sin embargo. El Sevilla deberá tomarse con toda la seriedad del mundo el segundo encuentro, fijado para el próximo martes en el Ramón Sánchez-Pizjuán, y para ello tendrá a su favor un actor tan principal como su público. Porque en el Basaksehir no juegan precisamente tuercebotas y bien harían los discípulos de Berizzo en no confiarse para nada.

El rédito alcanzado en Turquía debe ser suficiente, claro que sí, pero no es ni muchísimo menos definitivo. Y a esta ventaja en el primer parcial llegó el Sevilla a través de una versión eminentemente práctica y después de haberse sobrepuesto a un aguacero que se prolongó durante casi todo el encuentro en el barrio de Basaksehir, muy lejos del centro de Estambul. Berizzo apostó en el arranque por una idea práctica, sobre todo, y eso se vio principalmente en su confección del costado derecho, donde partieron sus compatriotas Mercado y Montoya. El resto fue acompañar a Banega con N’Zonzi y Guido Pizarro, un trío que si se mantiene durante todo el presente curso puede dotar de una tremenda fortaleza al centro del campo que defiende la casaca blanquirroja.

Sin embargo, este Sevilla en su modo más práctico y menos efectista iba a sufrir de una forma inesperada en los primeros compases. El Basaksehir le metió ritmo de entrada y tuvo un primer aviso de lo más serio a los dos minutos. Una internada de Elia, tal vez su futbolista más destacado a lo largo de todo el litigio, concluyó con un disparo que fue desviado por Sergio Rico para que Mossoro tuviera la primera ocasión clara del juego.

Todo eso iba a coincidir con esa tormenta que soltó agua de manera inmisericorde y el Sevilla tardó demasiado en hacerse con las riendas de aquello. Fueron diez minutos que sólo podían conducir a la inquietud, pero todo duró hasta que Banega se vio acompañado por N’Zonzi y ya cogió el mando de la situación. Con el apoyo del eficaz Guido Pizarro por detrás el control del balón pasó a ser dominado por los visitantes. Hasta que una jugada bien sacada llegó a Escudero a través de una apertura de Correa. Zurdazo cruzado y primera ventaja a los 16 minutos.

El Sevilla había sabido manejarse y desde entonces fue muy superior a lo largo de la primera mitad. La figura de Banega comenzó a engrandecerse y halló siempre a N’Zonzi como socio en una posición mucho más adelantada de lo habitual últimamente en el francés. Pero siempre existe un pero y éste estuvo en la falta de contundencia para haber dejado liquidada la eliminatoria antes del intermedio. A partir de la media hora las llegadas del cuadro de Berizzo fueron continuas y lo raro fue que no se tradujera en una mayor ventaja en el electrónico. Primero fue una parada de Babacan a Banega, después una clara opción de Ben Yedder tras una buena llegada de Montoya por su banda y la tercera, la más clara, le correspondería a Correa. El argentino se quedó solo en carrera, acomodó su cuerpo para golpear con el interior, todo como mandan las cánones, pero su golpeo, una vez más, fue cándido y se dirigió al cuerpo del guardameta turco.

Los sevillistas habían perdido la ocasión de resolver por la vía rápida y esto no suele tener buenas consecuencias en este tipo de duelos a doble partido. ¿Por qué? Porque el rival se puede sobreponer y crear incertidumbre. Fue el caso del Basaksehir tras el intermedio. El cuadro turco, después de otra tromba de consideración, comenzó a meterle más ritmo y también aprovechó, por qué no decirlo, el bajón físico de un Sevilla en el que muchos de sus hombres disputaban por primera vez 90 minutos en este curso.

Elia se encargó de poner las tablas después de ganarle una carrera a un Pareja que ya había partido demasiado desprotegido por la falta de ayudas. El Basaksehir había sido capaz de sobreponerse y halló el premio después de tres avisos, los dos primeros de los veteranos Emre y Adebayor. Al Sevilla, tal vez de manera inesperada para quienes no hayan visto nunca a este equipo turco, le tocaba sufrir, pero ahí salió la casta de este grupo de futbolistas, pues supo hacerlo para volver a colocar la situación a su favor.

Tuvo mucho que ver ese intercambio de roles que protagonizan Guido Pizarro y N’Zonzi para variar sus posiciones. El medio centro argentino, en una zona próxima al extremo izquierdo, se ofreció en un saque de banda y superó la presión buscando a Nolito, quien abrió el juego para encontrar a Mercado y Jesús Navas en superioridad por la derecha. El centro raso del palaciego llevaba veneno por la llegada de Ben Yedder y el delantero francés se encargó de adornarlo con un excelente taconazo. El Sevilla había sabido capear todas las situaciones para acabar con la sonrisa en la cara. En la vuelta tendrá un gol de ventaja para alcanzar una clasificación que sería histórica, la tercera consecutiva, ni más ni menos.

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