Lotería de navidad

78.294, el Gordo de los inmigrantes

  • El número se vendió íntegramente en el distrito madrileño de Tetuán. Es el primer premio más alto de toda la historia del sorteo. Gran parte de los billetes viajaron por toda España

Habían pasado más de dos horas desde el comienzo del sorteo cuando a las 11:38 de la mañana el tan esperado Gordo de Navidad salió del bombo: el número 78.294, vendido íntegramente en Madrid, en uno de los distritos más populares de la ciudad y con mayor población inmigrante, Tetuán. Un Gordo que es el más alto de toda la historia de este sorteo extraordinario y con un reintegro, el 4, que está entre los que más veces ha salido, en 27 ocasiones, tanto como el 6.

A poca distancia del salón de loterías, el champán se mezcló con la lluvia en plena calle, frente al 201 de la calle Bravo Murillo, en pleno barrio del Estrecho, en el distrito de Tetuán, donde todavía en la noche del lunes la administración número 146 vendía algunos décimos sueltos de ese 78.294 que ayer entró en la exclusiva lista del Gordo.

Entre los afortunados hay también muchos inmigrantes, sobre todo latinoamericanos, que viven en este popular distrito madrileño. Es el caso de Rafael Lara, dominicano, desempleado y con siete años de residencia en España, que ayer enseñaba muy sonriente una fotocopia del décimo con el 78.294 que hoy le ha hecho ganar 300.000 euros. “Vamos a pagar cosas que debemos, a solucionar cositas...”, decía, igual o más sonriente, otro de los premiados, Darwin Javier, también dominicano. Sabino Calderón, ecuatoriano, tenía ayer muy claro lo que hará con tan inesperado regalo: parte lo enviará a su familia a Ecuador y con el resto se comprará “un piso y un coche”.

Pero este dinero inesperado no es menos útil para los españoles agraciados, ya que, como ha señalado el dueño de la Administración, Antonio Bonet, “éste es un año importante, por la crisis”.

Visitación Mayordomo, por ejemplo, recibió con alivio los 300.000 euros que le promete su participación premiada, ya que, según ha contado, estaba pasando “una mala racha”, porque su negocio, una tienda de muebles en el barrio, no iba muy bien, y esto le va a “ayudar a pagar la hipoteca”. “Nos lo vamos a gastar todo, de guardarlo nada”, señaló su hija Manuela Romero, que, tras mostrarse confiada en que su madre “seguro que repartirá”, explicó que lleva un año en paro y que está “sin un duro”.

“Con el premio ya he pagado la hipoteca”, aseguró Antonio, otro de los premiados. ¿Te ha tocado?, se escuchaba ayer por las calles de Tetuán. Y por respuesta se veían abrazos, llantos, risas y  gritos de alegría. La mayoría de los premiados había comprado, como  suele ser habitual, un décimo, lo que supone embolsarse 300.000 euros .  Una de las anécdotas del primer premio fue que lo compró el Grupo  Marsans para repartirlo entre sus trabajadores. La empresa estaba ayer de actualidad después del anuncio del cierre de la aerolínea Air Comet, cuyo propietario es el mismo que dirige la agencia de viajes. Una de cal y otra de arena.  

Curiosos, amigos e incluso representantes de varios bancos que competían ayer por ser el primero en entregar su tarjeta a los ganadores que se acercaban a la Administración, se fueron agolpando a lo largo de la mañana ante el número 201 de la calle Bravo Murillo. Entre la multitud se abrieron paso también compradores habituales de esta oficina que, pese a no haber tenido suerte con el décimo que se llevaron, intentaron llegar a la ventanilla, tomada por los periodistas, para dar la enhorabuena a los trabajadores. Una pareja bromeó enseñando sus décimos: “Ya que no nos ha tocado nada, venimos a ver si al menos nos toca algo de champán”.

Otros, mientras tanto, intentaron ya, sin éxito, llegar al mostrador para hacerse con su número para el sorteo del Niño a la espera de que se repita la suerte.

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