La Policía Nacional ha decomisado durante 2009 en el aeropuerto de Madrid-Barajas un total de 882 kilogramos de cocaína, droga que era transportada principalmente por medio de correos humanos, y ha detenido por estos hechos a 360 personas, la mayoría españoles.

Según informó ayer la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, de los arrestados, 139 eran muleros o boleros -que habían ingerido el estupefaciente y lo transportaron oculto en el interior de su organismo-, 87 camuflaron la cocaína en dobles fondos practicados en las maletas facturadas y 67 la llevaban en fajas adosadas al cuerpo.

Otros 35 intentaron sortear los controles escondiendo la droga en diferentes objetos que portaban en su equipaje de mano y el resto utilizó métodos de lo más variado, llegando incluso a ocultarla en plantillas realizadas en el interior del calzado. Estas aprehensiones son el resultado de los permanentes dispositivos y controles desplegados sobre los llamados vuelos calientes, tanto por su lugar de procedencia como por la ruta que emplean para llegar hasta España. El estupefaciente procedía principalmente de Suramérica y había sido transportado hasta nuestro país por medio de correos humanos, captados en su mayoría por las organizaciones de narcotraficantes, que lo intentaron ocultar mediante los métodos más insospechados. En la mayoría de las ocasiones, los vuelos en los que viajaron los correos procedían de Santo Domingo (75), Buenos Aires (50), Sao Paulo (49) y Lima (45). La mayor parte de los arrestados (122) son españoles, mientras que del resto de nacionalidades destacan dominicanos, bolivianos, argentinos, holandeses, italianos, portugueses y brasileños.