Sociedad

La incorporación de las españolas al mercado laboral se estancará en 2023

  • El declive de la natalidad obligará a captar tres millones de inmigrantes con cualificación profesional media y media-alta · El apoyo público al esfuerzo femenino realizado en 30 años ha sido insuficiente

La gran expansión de la actividad laboral femenina entre 1977 y 2007, año al que llegaron al mercado de trabajo 4,5 millones de nuevas mujeres, ha terminado y, dada la baja natalidad, se prevé una gran desaceleración para los próximos 15 años, que obligará a recurrir a tres millones de inmigrantes de cualificación media y media-alta. Ésta es la conclusión más relevante que se desprende del índice laboral Manpower Mujeres nativas y actividad laboral femenina 1977-2007: una aproximación por comunidades autónomas a la revolución silenciosa del mercado de trabajo español, presentado ayer por el profesor Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona.

El estudio, que se refiere a la mujer española y excluye de manera expresa la inmigración, sostiene que aunque continúe aumentando la tasa de actividad femenina, la caída demográfica que se registra en España implica "un práctico estancamiento de la aportación femenina a la nueva oferta de trabajo en 2023". En ese sentido, el profesor Oliver señaló que entre los años 2007 y 2023 sólo cerca de 300.000 nuevas nativas de 16 a 64 años engrosarían el número de activas nativas.

Las mujeres, según explicó Oliver, eran "la gran reserva laboral, pero ya han hecho la transición y su revolución silenciosa", como se denomina en el informe a la expansiva presencia laboral de la mujer en los últimos 30 años.

A juicio del autor del estudio, la oferta laboral de la mujer nativa va disminuyendo y lo hará de forma más acentuada a partir de los años 2010 y 2012, debido a la débil base demográfica que posee actualmente España.

Así, el profesor quiso subrayar el cambio cualitativo que se producirá en el panorama laboral, ya que esos tres millones de inmigrantes necesarios en el país para cubrir la falta de mano de obra deberían tener una cualificación media y media-alta.

El autor señaló que en las empresas españolas el nivel educativo medio no ha parado de subir y "la demanda creciente de mano de obra es de estudios medios y superiores".

Oliver insistió en que la cualificación de la inmigración tiende a ser cada vez más relevante y "en el futuro lo va a ser".

Al comentar las conclusiones del trabajo, el profesor Oliver subrayó que "se ha terminado el enorme esfuerzo de la mujer nativa española en aumentar el volumen de oferta de mano de obra, y se ha terminado porque la reducción de las generaciones más jóvenes es tan intensa que la base demográfica se va deprimiendo".

Por tanto, dijo que "hoy presentamos una historia de éxitos, pero también un horizonte preocupante porque ya no se puede pedir más al colectivo femenino que, probablemente, ha dado más de lo que podía dar". En este aspecto, este experto consideró que la mujer "ha hecho este enorme esfuerzo con escasa oferta de soporte del sector público, y ha tenido que compatibilizar el trabajo con las cargas familiares".

El informe presenta las grandes cifras de crecimiento entre 1977 y 2007, que es especialmente notable a partir de 1995 en el grupo de nativas de 30 a 44 años y de 45 a 64 años y con un práctico estancamiento de las más jóvenes, entre 16 y 29 años.

Así, por regiones, el estudio revela que en los últimos 30 años las mujeres activas nativas se multiplicaron por 2,3 en las comunidades del Mediterráneo y Madrid; por 1,6 en las del valle del Ebro y el Noroeste peninsular y casi se triplicaron en Andalucía, Castilla-La Mancha y Aragón.

Asimismo, en los años de mayor auge, entre 1995 y 2007, La Rioja, Madrid, Navarra, las comunidades insulares, País Vasco, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Cataluña lideraron el avance de la tasa de actividad femenina.

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