Sociedad

El maltrato, una huella silenciosa

  • Pese a que 300.000 ancianos españoles sufren algún tipo de abuso, es un problema del que no se habla, ya que el 90% de los casos no son denunciados · El 75% de los maltratadores son mujeres

"Teme a la vejez, pues nunca viene sola", dijo el filósofo Platón. Hoy, las estadísticas sobre el maltrato a las personas mayores le dan, en parte, la razón. Un 5% de los ancianos españoles -es decir, unos 300.000- sufren algún tipo de abuso, según la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc). Las cifras no reflejan la dimensión real del problema, pues el 90% de los casos no son denunciados. El Centro de Estudios para la Violencia Reina Sofía indica que ha aumentado un 47% en los últimos cinco años. Los malos tratos a las personas mayores son "cualquier acto u omisión que produzca daño, intencionado o no, practicado a mayores de 65 años, que ocurra en el medio familiar, comunitario o institucional, y vulnere o ponga en peligro su integridad física o psíquica, así como el principio de autonomía o el resto de derechos fundamentales del individuo", según el Centro Nacional Americano de Maltrato al Anciano. Es clasificado en: físico, psicológico, por negligencia, económico y sexual. "El más común es el maltrato por negligencia (descuido en la higiene, la alimentación, entre otras)", resalta el doctor Juan Manuel Espinosa, coordinador del Grupo de Atención al Mayor de la Semfyc. Además, indica que se observa en todas las clases sociales y en cualquier nivel socioeconómico. En más de la mitad de los casos, los maltratadores son los hijos y en torno al 10% de las ocasiones están implicados los cónyuges. Las situaciones de violencia, abuso, desamparo o negligencia se producen más en la privacidad de los domicilios particulares, que en las residencias.

Por su parte, el doctor Francisco Sánchez del Corral, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, entiende que, aunque no existen estudios concluyentes sobre el tema, en el hogar es donde se dan con más frecuencia las situaciones de maltrato. "En la mayoría de los casos los cuidadores no quieren maltratar", resalta. Además, agrega que es muy difícil conocer la dimensión real del problema, ya que es un tema que ocultan los maltratados y la sociedad. Es casi seguro que alguien nos tendrá que cuidar cuando estemos más indefensos. ¿Quién nos defenderá del maltrato o el abandono cuando seamos más vulnerables? La Comisión Europea (CE) indica en su web que, aunque hay casos de abuso deliberado (aquellas personas que se aprovechan del dinero de sus mayores o residencias que utilizan tranquilizantes de manera sistemática), el maltrato suele ser el resultado del abandono por falta de medios o por desbordamiento de quienes prestan asistencia. La sensibilización del colectivo médico es imprescindible. "Tenemos que tener en mente el problema para ser capaces de detectarlo y, por tanto, de reducir las tasas de infradiagnóstico que se producen en los ancianos. Si no hay lesiones evidentes, los mayores difícilmente van a expresar este problema", señala Espinosa.

Sánchez del Corral explica que "los médicos deben detectar las situaciones de riesgo y saber que es algo muy diferente al maltrato a la mujer". La prevalencia de víctimas de maltrato es mayor entre los ancianos dependientes (1,5%) que en la población general (0,8%), según un informe del Centro Reina Sofía, publicado el pasado junio. Además, revela que el 75% de los cuidadores que incurren en maltrato son mujeres. Aproximadamente uno de cada 100 ancianos fue víctima de maltrato intrafamiliar en España en 2005; esto supone, a escala nacional, cerca de 60.000 ancianos maltratados cada año. Este porcentaje se cuadruplica entre los que presentan una dependencia grave (que requieren de ayuda al menos cinco horas al día), señala el estudio. "Las dependencias son un factor que incide en que puedan aumentar los riesgos de maltrato", opina Francesc Xavier Altarriba, doctor en Sociología.

Los expertos coinciden en señalar que el agobio y las situaciones de estrés por la que atraviesan los cuidadores pueden ser caldo de cultivo para que se produzca el maltrato. Además, resaltan que se debe dar el debido apoyo a los cuidadores. También consideran que lo más importante es sensibilizar, informar y formar sobre los malos tratos, tanto a la sociedad como a los profesionales que atienden a las personas mayores. Y sobre todo, tolerancia cero.

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