Sociedad

Al menos 9 muertos y más de 80 heridos al estrellarse un avión en Amsterdam

  • El aparato, con 135 personas a bordo, había despegado de Estambul y se partió en tres al aterrizar cerca de una autopista · Testigos presenciales de la tragedia indicaron que la aeronave se precipitó bruscamente

Nueve personas murieron y más de ochenta resultaron heridas -seis de ellas en estado crítico y una veintena graves- al estrellarse ayer un Boeing 737 de la compañía Turkish Airlines durante la maniobra de aterrizaje en el aeropuerto holandés de Schiphol. Una portavoz del Servicio de Sanidad holandés explicó que los heridos fueron ingresados en once hospitales y que 24 presentaban lesiones leves y en otros 21 casos se deben constatar los daños que han sufrido.

El avión, que había despegado de Estambul con 135 personas a bordo (128 pasajeros y 7 tripulantes), cayó en un campo agrícola en las inmediaciones del aeropuerto de Amsterdam poco antes de tomar tierra y se partió en tres, aunque no se incendió. Los investigadores recuperaron una de las dos cajas negras del aparato, la que recoge datos técnicos del vuelo, indicó Pieter van Vollenhoven, presidente del Consejo de Investigaciones sobre Seguridad.

El teniente de alcalde de la localidad de Haarlemmermeer, Michel Bezuijen, aclaró que aún no hay más información sobre las causas, entre otras razones porque "se ha dado prioridad a la ayuda a las víctimas". También indicó que se "está estudiando la lista de pasajeros para determinar la nacionalidad" de los mismos. Bezuijen explicó que los nombres de las víctimas se sabrán hoy, cuando se terminen de cotejar los datos de la lista de pasajeros y se compare con la información de los hospitales.

El aparato se estrelló a las 10:30 hora española mientras se aproximaba a las pistas del aeropuerto internacional de Schiphol, que permaneció cerrado durante un tiempo tras el siniestro. El tráfico aéreo se reanudó "poco después" de forma limitada, explicó Bezuijen.

Varios testigos presenciales explicaron que el morro del aparato perdió altura repentinamente y que se precipitó hacia el suelo.

Aunque se desconocen las causas del accidente, los medios holandeses avanzaron que los motores del avión, fabricado en 2002, se pararon poco antes del aterrizaje, con lo que el aparato perdió velocidad y cayó en el campo contiguo a la pista.

Una persona que vio el accidente desde su coche explicó que los pasajeros salieron por la parte central del aparato y empezaron a llamar por el móvil, aparentemente para informar a sus familiares. Otro testigo presencial explicó que el avión "parecía que planeaba en el aire y luego se cayó de cabeza".

Unas sesenta personas pudieron abandonar el avión por su propio pie, mientras que algunos heridos tuvieron que ser transportados en un tractor debido a que algunas ambulancias tenían problemas para desplazarse por el terreno agrícola. Un superviviente del siniestro explicó que "todo ocurrió muy rápido, en diez segundos", y sin que diera tiempo a la tripulación a dar aviso alguno sobre la existencia de problemas. Turkish Airlines trasladó ayer gratuitamente a Holanda a familiares de las víctimas del accidente y las autoridades holandesas ya anunciaron que no les exigirán visado para entrar en el país.

Holanda vivió su peor accidente aéreo en octubre de 1992 cuando un Boeing 747 de carga de la compañía israelí El-Al se estrelló poco después de despegar de Schipol, en las cercanías de Amsterdam, contra dos edificios de Bijlmermeer, un barrio periférico de la capital holandesa. En el accidente murieron, además de los cuatro ocupantes del avión, otras 90 personas que habitaban en viviendas cercanas.

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