Sociedad

"Nos ha pillado por sorpresa"

  • La localidad agrícola de Pedrogao Grande se convierte en el epicentro de la tragedia y el fuego en el campo deja a sus vecinos sin 'modus vivendi'

Las imágenes del grave incendio en Portugal

Las imágenes del grave incendio en Portugal / EFE

Una de las mayores tragedias forestales que jamás ha sufrido Portugal se vive particularmente en Pedrogao Grande, una zona totalmente desolada y devastada por el incendio más mortífero de la historia de este país.

"Nos ha pillado por sorpresa", explica un vecino oriundo de esta localidad, Albano Graça, quien había acudido a este pueblo de la región Centro de Portugal, situado en plena sierra y a unos 200 kilómetros al norte de Lisboa, para pasar el fin de semana con su hija.

Las gentes de las aldeas del entorno de Pedrogao Grande, algunas de ellas evacuadas, se hacen fuertes formando corros para llorar a los seres queridos y para lamentar lo que han perdido.

Los bares permanecen abiertos como únicos lugares de reunión para los vecinos, que se preguntan cómo les sobrevinieron las llamas, que han dejado un frente de varios kilómetros que hace intransitable, por su extrema peligrosidad, la carretera nacional IC-8.

Todos siguen de cerca lo ocurrido, sentados y mirando sin pestañear la televisión o escuchando la radio, ya que apenas hay señal de telefonía y, mucho menos, conexión de internet. Algunos aseguran que han perdido todo su ganado, algo fundamental para ellos ya que muchos de estos pueblos arrasados por las llamas viven de la labor agraria y ganadera.

Además de haber perdido a algún familiar, se han quedado sin su modus vivendi a causa del fuego, que se ha llevado por delante casas y naves agrícolas, además de los animales y los vehículos de labor para el campo.

"Vi cómo un vecino del pueblo tuvo que abandonar su coche junto a la carretera y, al huir, fue alcanzado por el fuego y murió veinte metros más adelante", lamenta Albano Graça.

La desesperación cundió entre los vecinos desde que se desató el incendio, ya que todos los medios eran insuficientes debido a que las temperaturas de hasta 40 grados y los fuertes vientos hacían que las llamas avanzaran con mucha rapidez, sin dar tregua a una respuesta controlada.

La comarca de Pedrogao Grande se ha sumergido en un luto riguroso por las víctimas mortales, la mayoría de la zona, y se ha teñido de negro ya que, se mire hacia donde se mire, sólo se puede contemplar la ennegrecida sierra de pinares y eucaliptos.

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