La Gomorra que es la Feria de Málaga apuró ayer armada de muchas ganas los últimos rescoldos del puente, con idiomas y culturas diversas pero el mismo humano apego al jolgorio.

A pesar de la ampliación, el recinto se sigue quedando pequeño.

No es cuestión de estilo, no es cuestión de gasto y aún menos de tendencias. Los complementos son su mejor amigo y conforman la clave para lograr el éxito en cualquier estilismo para la Feria.

Cada vez son más los grupos de jóvenes, y no tan jóvenes, que deciden crearse camisetas presonalizadas con la que identificarse y lucirse durante la fiesta del centro de la ciudad.

El impacto económico de la información se estima en unos 6 millones de euros.

El Auditorio Municipal congregó el pasado sábado a más de 3.000 personas que acudieron a ver al solista gaditano cantar grandes éxitos de su exitosa carrera.

El segundo día de la Feria del centro acogió a cientos de malagueños y visitantes con la premisa de seguir pasándolo bien · La comida y, sobre todo, la bebida fueron una vez más los protagonistas indiscutibles.

Víctor Puerto dejó lo mejor de la tarde a pesar de que tuvo que abandonar la lidia por una cogida grave en la faena a su primero · Alejandro Amaya fue un tributo al 'no querer' y Morenito de Aranda apenas dejó rastro.