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La nostagia invoca al 'Un, dos, tres' y a la familia Telerín

  • Prointel, la productora de Ibáñez Serrador, propone revisar el recordado concurso.

La familia Telerín vuelve a la tele 50 años después como "Cleo & Cuquín"

La familia Telerín vuelve a la tele 50 años después como "Cleo & Cuquín" / Efe

Operación Triunfo, rescatada para entusiasmo de los espectadores que están al filo de la treintena, es de ayer al lado de la familia Telerín, los personajes que a partir de 1966 mandaban a la cama a la generación de padres de esos mismos jóvenes que venían añorando el talent de donde surguió Rosa López. La nostalgia, bien tratada y engrasada, funciona y hay nombres que hacen cosquilla a la memoria, a los recuerdos, a veces muy idealizados, de formatos enterrados y personajes relativamente olvidados. Los Telerín, que apenas eran unos segundos diarios con la misma invitación, a lo que se sumaría una película, fueron el primer gran fenómeno de merchandising en los años del desarrollismo.

Cleo y compañía, que también despedían el horario de tarde en muchos países de América, regresan en el siglo XXI más estilizados, en 3D, y en una serie de animación que estrenará en breve Clan. La familia Telerín se ha convertido en Cleo & Cuquín (Cleo es la mayor y Cuquín el más pequeño), en 52 capítulos de siete minutos. Está dirigida a niños entre 3 y 5 años y se verá en todo el mundo en Netflix además del mencionado canal de TVE y en México, en Televisa: en los dos países donde más caló el mensaje nocturno de los Telerín. La productora madrileña Anima Kitchent ha rescatado a este referente de los espectadores con más de 50 años para que ahora lo disfruten los nietos.

También en estos días se está invocando la recuperación del Un, dos, tres, un programa transversal que recoge los recuerdos de varias generaciones, desde que fuera estrenado en 1972, con su mejor momento en los años 80, con Mayra y una legión de cómicos. La productora de Chicho Ibáñez Serrador, Prointel, que dirige el hijo del realizador, lleva meses buscando cadena para un formato que podría regresar en proyecto diario, para la franja de tarde.

El periódico El Mundo entrevistaba hace unos días a Ibáñez Serrador, que pese a sus achaques dice sentirse con fuerza para bregar por recuperar sus formatos más recordados. El otro proyecto sería adaptar nuevos guiones de Historias para no dormir, relatos de terror que en blanco y negro estremecieron a los españoles de mediados de los 60. Su breve recuperación en los 80 y los telefilmes encargados por Mediaset en la pásada década, no tuvieron tanta repercusión. Con su 'hija' Black Mirror y con el aumento del consumo de visionado on line un producto como un remozado Historias para no dormir tiene futuro.

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