TV-Comunicación

Por qué 'Estoy vivo' es una serie diferente a lo que abunda en TVE

  • La 1 estrena esta noche la ficción de Daniel Écija sobre un policía muerto que vuelve a la vida en otro cuerpo

  • Javier Gutiérrez y Roberto Álamo son los protagonistas

Televisión Española necesitaba una serie así después de los últimos tropiezos en ficción, como Reinas, El final del camino, iFamily y La Pelu. Tras el final de Águila Roja e Isabel, sus últimos grandes éxitos, por fin la cadena pública presenta una producción digna de no pasar desapercibida por su sugerente trama y su elenco de primera fila. Estoy vivo se estrena esta noche en La 1 avalada por la productora de Vis a vis, Globomedia, y por Daniel Écija. Sin dejar de lado el sello de serie familiar, con un humor cercano y relaciones complicadas, da un paso adelante presentando también una interesante mezcla de géneros (misterio, ciencia ficción, drama, thriller) y una factura casi cinematográfica.

La trama gira en torno a Andrés Vargas, un policía que lo pierde todo al morir a manos de un asesino en serie. Pero no era su momento, por lo que podrá regresar a la vida, cinco años después, dentro de otro cuerpo. Con un don y bajo una condición: ser inmortal a cambio de no poder revelar nunca su verdadera identidad a sus seres queridos. Este punto de partida da como resultado una serie policiaca con tintes de drama familiar, pero sin dejar de lado, ni mucho menos, el sentido del humor. El cóctel resulta tan entretenido como innovador, logrando incluso que el toque sobrenatural juegue a su favor y no chirríe, pero es cuando explota su vena más desenfadada cuando mejor funciona.

Roberto Álamo y Javier Gutiérrez son los encargados de dar vida al inspector Vargas, quienes con su excelente interpretación logran no solo que resulte creíble que ambos interpretan a la misma persona en diferente cuerpo, sino que el espectador empatice rápidamente con su compleja situación. En este sentido Gutiérrez brilla como siempre, transmitiendo un sinfín de emociones en los 70 minutos que dura el primer capítulo de esta noche.

Pero Estoy vivo no se sustenta solo sobre él, sino que Anna Castillo y Alejo Sauras le dan la réplica, sacando elementos muy diferentes de sus respectivos papeles. Tanto su joven compañera (e hija en secreto) como su enlace en la Tierra destacan, lo que unido al buen hacer de Cristina Plazas y Jesús Castejón da como resultado un elenco solvente. Aún con los defectos que arrastra (excesiva duración, lugares comunes, flashbacks innecesarios), Estoy vivo es una propuesta original y arriesgada, envuelta en una excelente estética. Por todo ello se merece reconciliar al público con TVE. La pública demuestra haber aprendido de sus sonados fracasos y encara una nueva etapa en la que esta ficción es un primer ladrillo, al que le seguirá próximamente Traición.

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