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Menú con teatro y ataques piratas

  • El Restaurante La Costa junto a la compañía local Peparraca Mansa organizaron una cena muy especial en el Castillo de Guardias Viejas, que sorprendió a los comensales

La espectacular puesta del sol que daba ese color anaranjado a la edificación del Castillo de Guardias Viejas hacía presagiar que la noche iba a ser muy especial. El Restaurante La Costa y Peparraca Mansa prepararon un menú donde las gastronomía y el teatro fueron los platos principales.

Los asistentes se colocaron en la entrada principal de la fortaleza para vivir el Teatro Comestible y conforme entraban fueron obsequiados con unas alpargatas para acondicionarse con la época del Castillo y acomodarse.

Antes de comenzar la cena, el saxofonista Juanma Linde interpretó algunos temas que ambientaron la velada y en la parte superior del Castillo se pudo ver como el sol desaparecía y le daba paso a la oscuridad de la noche.

El menú tuvo varias sorpresas como ese centro de piedras que adornaba la mesa y con algunas de ellas comestibles realizadas con queso, melocotón y amontillado. Para empezar, La Costa quiso ofrecer para abrir el apetito una quisquilla de la piedra del moro, para seguir con una fusión almeriense de berenjena y atún.

Tras este primer plato, Peparraca Mansa intervino con su primera píldora teatral. Como es habitual, en el municipio ejidense, el Castillo de Guardias Viejas es uno de los rincones predilectos para la celebración de enlaces matrimoniales. Sobre la elección de esta fortaleza para la conmemoración de una boda fue el motivo que emplearon los intérpretes y con algunos guiños cómicos sobre las tendencias ejidenses, consiguieron sacar las primeras carcajadas de los comensales.

Tras esta escenificación, continuó el menú del Restaurante La Costa, liderado por su chef José Álvarez, con una Estrella Michelin. La próxima receta era Huevo y caldo untuoso con setas para acompañarla de la siguiente píldora de la compañía ejidense que, más solemne, interpretó un tema de estilo barroco e inspirado en bodas de la primeras épocas que vivió el Castillo de Guardias Viejas.

Uno de los momentos más divertidos de la noche fue cuando los comensales tuvieron que recrear su propio mar de Guardias Viejas. "Vais a tener la posibilidad de montar vuestro plato y tenéis que dejar el hueco para el pescado", explicó África Mateo, del Restaurante La Costa. Pilar Manzano fue la ganadora del concurso y se llevó una caja de cerveza de Punta del Este, incluso también dieron un segundo premio al niño Emilio.

Durante cinco minutos, con una serie de crujientes, tierras comestibles y salsas se pudieron elaborar auténticas obras de arte. Y tras este plato, empezaron los ataques berberiscos y las salsas se estamparon contra los manteles que estaban levantados por los comensales, incluso la propia concejal de Cultura, Julia Ibáñez, fue atacada. Lo que quedó tras la llegada de los piratas fue un plato de carne, que sedujo a los presentes.

Posteriormente, lo que llegó tras las tinieblas fue el grupo local vestidos de negro y paseándose de forma sobria por el Castillo. El postre fue un tocinillo de coco y chocolate blanco.

Tras el postre, le tocó el turno a las palabras de los protagonistas, tanto de la concejal del Ayuntamiento, como los responsables del menú y los propios intérpretes de Peparraca Mansa.

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