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Tres lustros al servicio de la Iglesia para ayudar a los más necesitados

  • La catedral acogió ayer el XX Aniversario de la consagración episcopal de Adolfo González y sus 15 años desde que es obispo en Almería

El olor a incienso y la brisa de verano recorrieron ayer los pasillos de la catedral almeriense. El lugar estaba perfectamente equipado con ventiladores y todo listo para que los presentes pudieran disfrutar a las 12:00 horas del XX aniversario de la consagración episcopal de Adolfo González Montes, obispo de Almería.

Al llegar a la catedral, Montes, acompañado de varios sacerdotes, se dirigió a saludar al santísimo antes de dar comienzo al acto. El mismo no pudo empezar el evento de otra manera que agradeciendo a los asistentes y a dios por "haberle permitido un año más formar parte del Ministerio de la Iglesia".

Tras tres lustros al servicio de la Iglesia como obispo y veinte años en el Ministerio Episcopal, Adolfo solo tuvo palabras de agradecimiento hacia el gremio eclesiástico, todos los creyentes y Dios.

Además de los vecinos de la zona, decenas de diocesanos se dieron encuentro para agradecer con su presencia todos los años que el obispo ha prestado al servicio episcopal.

Durante todos los años presidiendo el puesto, el obispo ha puesto mucho esfuerzo y empeño en la provincia, con un único objetivo: "aumentar los discípulos del señor, extender el amor fraterno y ayudar a los más necesitados".

Durante su discurso no dudó en hacer un llamamiento a las autoridades para "frenar en lo posible todo tipo de injusticias y acabar con el tráfico de personas, mujeres y especialmente niños. Un llamamiento por frenar el derramamiento de la sangre de los inmigrantes". También recordó a "todos esos náufragos del estrecho, a los sobrevivientes y a los que perdieron la vida en la búsqueda de una mejor situación personal". Además mostró su "apoyo" y "consuelo" a los familiares de todos los afectados.

En cuanto a las imágenes y esculturas , el propio obispo manifestó la espera de una ágil restauración de algunas de ellas, para que de esta manera todo el público pueda disfrutarlas y admirarlas.

El acto llegó a su fin y todos los obispos presentes le mostraron agradecimiento por sus veinte años de entrega a la Iglesia del señor y por los quince que lleva presidiendo la sede apostólica.

Además de los sacerdotes, muchos son los almerienses que tienen admiración por él ya que a lo largo de todo este tiempo se ha ganado un lugar en el corazón de los mismos por numerosas implicaciones sociales, entre ellas podemos destacar la reciente beatificación a 115 mártires celebrada en el mes de marzo de este mismo año.

El evento duró dos horas y el ambiente estuvo hasta el último momento acompañado de las mejores voces de los sacerdotes allí presentes y de la melodía del órgano de la catedral.

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