La opinión invitada

Miguel López Sierra

Condiciones para el dragado del río

Peticiones de la plataforma del Bajo Guadalquivir en que se incluye COAG.

EL dragado del río y todo lo que lo rodea es un asunto complejo. Engloba muchos intereses y afecta a diversas áreas, por lo que cualquier decisión, si no se tienen en cuenta todas las vertientes, puede provocar consecuencias indeseables.

Preocupados por las voces que urgen a la realización inminente de la obra, agricultores, cooperativas, comunidades de regantes y municipios afectados por el dragado reclamamos un planteamiento integral para poder llevar a cabo el proyecto sin poner en riesgo el sistema productivo y la economía de las zonas afectadas. Planteamos que el interés general sea el que guíe las actuaciones con el objetivo de lograr una gestión sostenible de nuestro río, la espina dorsal de Andalucía.

Por eso, desde COAG Andalucía, la federación de regantes CREA, municipios como Lebrija, Los Palacios, Utrera o Las Cabezas de San Juan; cooperativas como Las Marismas, Pinzón, Las Palmeras, Maribáñez y Agroquivir, o comunidades de regantes como BXII y Marismas, hemos pedido la constitución urgente de una mesa con las administraciones estatal y autonómica y los distintos sectores afectados.

En un acto conjunto, celebrado en la Casa de la Provincia, en Sevilla, presentamos públicamente nuestros planteamientos, recordando que, en una cuenca deficitaria como la del Guadalquivir y con periodos cíclicos de sequía, no se puede aumentar la demanda de agua, algo que ocurrirá si se draga el río sin acometer todo el proceso de modernización del regadío, tanto del arroz como de otros sectores productivos. Si actualmente se necesitan unos 400-500 hectómetros cúbicos para regar el arroz porque hay que empujar el tapón salino, con el dragado la salinidad se incrementaría y sería necesario utilizar más cantidad de agua para poder asegurar un riego de calidad, condición indispensable para garantizar el sistema productivo.

No podemos olvidar que hace años había un debate acerca del consumo de agua del regadío, de ahí que se iniciaran procesos de modernización que han supuesto un gran esfuerzo inversor para el sector agrario, que ha invertido alrededor de 3.000 millones de euros, con amortizaciones anuales de 1.000 millones y deudas para 50 años. Gracias a ese esfuerzo, Andalucía cuenta hoy con casi un 75% de riego localizado, el más eficiente, frente al 48% de media de España. Sin embargo, aún hay áreas y sectores no modernizados, como es el caso del propio arroz pero también la zona de marismas de Los Palacios, Utrera… que no pueden quedar excluidas.

Por eso, es esencial modernizar todo el sistema, de ahí que exijamos un compromiso a este respecto porque lo contrario significaría poner en riesgo el sistema productivo andaluz.

Hablamos de arroz, de olivar, de algodón, de tomate para industria, de remolacha, de cítricos, de hortícolas al aire libre y de extensivos. Hablamos de más de 850.000 hectáreas de cultivo. Sólo el Sistema de Regulación General, que se vería directamente afectado por la posible subida de la salinidad, ocupa casi 450.000 hectáreas y genera 10,5 millones de jornales.

No valoramos si el dragado es bueno o malo. Se supone que este proyecto se planteó para mejorar la actividad económica de Sevilla, y eso nos parece bien, siempre que se haga en beneficio del conjunto de su población. Pero no podemos olvidar que el Guadalquivir es un río de todos, y que al dragarlo acercamos el mar a Sevilla, con las consecuencias que esto puede tener tanto para el propio río como para los acuíferos.

Por eso, reclamamos que se pongan en marcha las medidas correctoras necesarias para que un proyecto que se supone que busca un beneficio general no termine provocando daños irreparables.

Así se lo hemos trasladado también a la presidenta de la Autoridad Portuaria, Carmen Castreño, quien considera que el impacto sobre el río será mínimo, y se ha mostrado dispuesta al diálogo. Nosotros creemos que hablar es necesario, pero también comprometerse, y hacerlo desde ya: luego no valen lamentos. No queremos pensar en indemnizaciones a posteriori, sino que se planteen las cosas desde el principio con un enfoque integral para que nadie salga perjudicado.

El Guadalquivir es la columna vertebral de Andalucía y soporta hoy en día una Producción Final Agraria cuyo valor económico supera los 6.500 millones de euros. Esto significa pueblos vivos, empleo, agroindustria, gestión territorial y fijación de población. Un patrimonio que no tiene precio.

El sector agrario atraviesa una situación complicada, con costes de producción que se han disparado, con deudas por las inversiones realizadas y con precios que apenas cubren los costes de producción, por lo que la renta agraria desciende. A pesar de eso, y de que las políticas comunitarias no están orientadas a la defensa de los profesionales, somos un sector de futuro. Andalucía tiene en la actividad agraria uno de los pilares de su economía y no puede permitirse que una actuación precipitada o interesada la ponga en riesgo. Por eso, desde COAG Andalucía y desde las cooperativas, comunidades de regantes y municipios afectados por el dragado, reiteramos la necesidad de convocar con urgencia una mesa de encuentro, con las distintas administraciones y con todos los sectores implicados para tener un debate real y objetivo, no movido por intereses políticos, y para evitar enfrentamientos absurdos que no llevan a ninguna parte.

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