VII Congreso Nacional de Cooperativas

Internacionalización, innovación y mayor dimensión, las claves para ganar el futuro

  • Valencia reunió a más de mil participantes, con representantes empresariales del sector cooperativo andaluz, para analizar los retos inmediatos. La capacidad de adaptación, vital.

Concentración e integración. Ambas palabras fueron las más pronunciadas durante la celebración del VII Congreso de Cooperativismo Agroalimentario de España que se desarrolló en Valencia la semana pasada, los días 26 y 27 de febrero. Durante las dos jornadas, el Palacio de Congresos de Valencia fue un hervidero que albergó a más de un millar de participantes, profesionales procedentes de todos los rincones de la geografía española, que desembarcaron en la capital de la comunidad valenciana con el propósito de realizar una radiografía lo más exacta posible de la situación actual del cooperativismo agroalimentario y conocer de la mano de expertos, empresarios y autoridades institucionales los desafíos a los que debe enfrentarse este modelo en los próximos años para continuar por la senda de la competitividad.

La ansiada concentración de la oferta fue el eje central de los discursos de los participantes durante los dos días del congreso. Una filosofía que, recientemente, ha inculcado Cajamar, patrocinadora principal del evento, durante la celebración de Fruit Logística, en Berlín, cuando llevó a cabo una cumbre con los principales empresarios exportadores almerienses para animarles a ganar dimensión de una vez por todas y trasladarles su compromiso de que, por ese camino, también los tendrán como compañeros de viaje, como a lo largo de más de medio siglo de historia de la horticultura intensiva.

De hecho, el lema del stand de Cajamar en el congreso no puede ser más elocuente: ADN Agro, se lleva dentro o no se tiene. Todo un aviso a navegantes, para aquellas entidades que han llegado ahora a invertir en el sector agroalimentario, con el rebote del crack de la burbuja inmobiliaria, pero que nadie sabe qué harán a corto o medio plazo, cuando la recuperación económica sea una realidad, más que un deseo, y sean otras actividades las que ofrezcan mayores porcentajes de rentabilidad (aunque no de estabilidad).

La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, fue una de las participantes principales en el acto inaugural, junto al presidente de Cooperativas Agroalimentarias de España, Ángel Villafranca, el presidente de Cooperatives Agroalimentàries de la Comunidad Valenciana, José Torrent, el presidente del Banco de Crédito Cooperativo-Cajamar, Luis Rodríguez, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra.

García Tejerina recogió el guante que le había lanzado minutos antes Villafranca, que le instó a continuar el trabajo iniciado por su antecesor en el cargo, Miguel Arias Cañete, con la puesta en marcha de la Ley de Integración Cooperativa y Entidades Financieras Asociativas. Las cooperativas piden que desde el Ministerio se continúe apoyando esta política de aumento de músculo en el sistema cooperativo, con nuevos incentivos, y equilibrando las fuerzas del mercado, cuya balanza suele estar del lado del eslabón más fuerte de la cadena agroalimentaria, la gran distribución.

Durante su intervención, la ministra puso como ejemplo a OviSpain, la primera cooperativa española que se ha acogido a esta ley y que se ha transformado en la primera de Europa en el sector ovino de carne. Tejerina animó que sea "la primera de muchas", pues con más integración y las otras dos 'i' que protagonizan el resto de los ejes de este congreso, innovación e internacionalización, más calidad, más productos de mayor valor añadido y ganancia de nuevos destinos, la mejora de competitividad y el futuro está garantizado, aseguró, para aplaudir a continuación la enorme capacidad de adaptación de las cooperativas agroalimentarias.

"Los cambios hoy se producen a mayor velocidad y son de mayor profundidad", apuntó Tejerina; "todos debemos adaptarnos, también las administraciones, para poner las mejores herramientas al servicio de los ciudadanos y de la economía". Éste es el compromiso que selló con el sector agroalimentario.

Ejemplo de la capacidad de adaptación del sector cooperativo agroalimentario ha sido la búsqueda de alternativas y mercados tras el veto ruso. Un veto que salió a la palestra para que Ángel Villafranca solicitase que no se penalice al agro y tengan que salir fondos para paliar sus efectos de las partidas previstas para otros fines diferentes a los previstos. "Nosotros no hemos generado el problema ni hemos tomado la decisión de prohibir nada", afirmó.

Cuando se celebran los 25 años de la fundación de Cooperativas Agroalimentarias de España, su presidente Ángel Villafranca, destacó la fortaleza del entramado cooperativo español como dinamizador de nuestra economía, del medio rural y generador de empleo. El sector cooperativo agroalimentario aglutina a más de 3.800 empresas formadas por más un millón de socios productores, con una facturación de más de 25.000 millones de euros, el 60% del valor de la Producción Agraria española y el 30% del valor de la producción bruta de la industria alimentaria.

A pesar de la crisis económica, las cooperativas agroalimentarias españolas han mantenido durante estos últimos años una posición estable y sólida, incrementando su facturación un 23% desde 2007 y un 8% el número de empleos directos, hasta alcanzar un total de 100.000 personas, demostrando así que soportan mejor las circunstancias adversas que otro tipo de fórmulas empresariales.

El presidente del Banco de Crédito Cooperativo-Cajamar, Luis Rodríguez, hizo hincapié en el compromiso de la entidad financiera almeriense con el sector agroalimentario desde sus orígenes, un compromiso cuya renovación es continua y que queda patente no sólo por el hecho de que la caja rural almeriense es patrocinadora oficial de este congreso, sino por su dilatado apoyo a esta actividad. "Nosotros no somos una entidad que acaba de llegar al sector en busca de negocio o rentabilidades con una visión cortoplacista. Nuestra historia cooperativa al servicio del medio rural y del cooperativismo agroalimentario es centenaria, y hoy estamos aquí para renovar ese compromiso", señaló; "y contribuir a poner de relieve la extraordinaria importancia que tienen las cooperativas agroalimentarias en el presente y futuro de la economía española". Rodríguez describió el sector agroalimentario como algo en constante evolución, que debe adaptarse "a los nuevos tiempos y afrontar importantes cambios en su modelo y gobernanza para garantizar su competitividad y sostenibilidad, y en el que el Grupo Cooperativo Cajamar aspira a tener cada vez un papel más relevante desde su condición de referente del sector cooperativo de crédito en España". Acerca de las necesidades de adaptación e integración del sistema cooperativo agroalimentario, puso como ejemplo el trabajo que ha desarrollado Cajamar, que no ha sido "crecer por crecer", sino que el Grupo Cooperativo Cajamar ha demostrado contar con la visión estratégica necesaria y, sobre todo, una extraordinaria capacidad de adaptación a nuevas situaciones y nuevas exigencias, situándose en una posición privilegiada dentro del que ha sido el mayor proceso de transformación de la historia reciente del sistema financiero español.

Por su parte, con su habitual humor gallego, el catedrático de Economía de la Universidad de Barcelona, Antón Costas, desgranó las claves de futuro para las cooperativas agroalimentarias. Presentado por el vicepresidente de Cooperativas Agroalimentarias de España, Jerónimo Molina, Costas vaticinó, con su ponencia titulada ¿Recuperación duradera o temporal? Perspectivas, retos y oportunidades, que España crecerá en 2015 en el entorno de un 2,5% o un 3% y que generará entre 900.000 ó un millón de nuevos empleos. "Creo que el rebote de la economía será duradero, de medio plazo", apuntó. Y anunció que el sector inmobiliario tendrá una aceleración mucho mayor de lo que se espera porque "el ajuste fue excesivo y el rebote será más intenso".

Costas animó al BCE a seguir inyectando liquidez en el sistema, dentro del objetivo de inflación, pues "el escenario español es creciente, aunque con un viento exterior de cara". También abogó por la industrialización del sector agro y una ganancia de tamaño.

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