La opinión invitada

Ángel Villafranca

El incremento de consumo de vino en España, el gran reto de la Interprofesional

Ideas para mejorar el conocimiento del sector y promover la I+D+i.

EL pasado mes de julio se constituyó la Organización Interprofesional del Vino de España, OIVE, tras meses intensos de trabajo y gracias al esfuerzo de todas las organizaciones para alcanzar el acuerdo. Las organizaciones que formamos parte de la OIVE somos, Asaja, COAG, UPA, Cooperativas Agro-alimentarias de España y la Federación Española del Vinos.

Somos el mayor viñedo del mundo y sin embargo, el consumo nacional ha pasado de los 18 millones de hectolitros en los años 80 a menos de 10 millones en la actualidad, lo que nos sitúa por detrás en consumo de países productores como Francia o Italia, pero también en peor situación que países no productores como Dinamarca, el Reino Unido o Luxemburgo.

El descenso del consumo nacional ha sido particularmente acusado desde 2006 en el canal de la hostelería y la restauración. Esta situación ha generado un cambio importante en la distribución del vino en España, donde el consumo en el hogar supone ya más cantidad de vino que el consumo extradoméstico, con el cambio que ello puede inducir en la propia estructura y organización de las empresas.

Esta tendencia a la disminución en el consumo interior se cruzó además con la tendencia al incremento en exportación y empezamos a vender fuera más vino del que consumíamos en nuestro país. Tendencias que se han mantenido en los últimos años y que llevan a que ya en las cuatro últimas campañas estemos exportando, de media, más del doble del vino que se consume dentro de nuestras fronteras. Es decir, España se ha convertido en un país gran productor de vinos, pero mayoritariamente para la exportación.

Pese a todos los intentos por revertir la tendencia del consumo nacional, estos aún no han dado sus frutos, y es por ello que la OIVE se ha marcado como uno de los principales objetivos promocionar el consumo moderado de vino en nuestro país. Independientemente de la posible recuperación del mercado nacional, la internacionalización del vino español es un factor irreversible y con mucho camino por delante, particularmente en la generación de valor.

En 2013, las exportaciones españolas de vinos, mostos y vinagres alcanzaron los 2.906 millones de euros. España es el segundo mayor exportador mundial de vinos, sólo por detrás de Italia, y con muy buenas posibilidades de convertirse en primero en pocos años. La internacionalización de nuestro sector nos obliga, a la OIVE, al desarrollo de actuaciones que permitan la mutualización de los posibles riesgos de represalias comerciales, que puedan surgir sobre los operadores españoles fuera de nuestras fronteras, para dar respuesta de forma agrupada a dicha situación.

Hay que destacar también que el sector del vino realiza unas inversiones medias anuales de unos 376 millones de euros, es una industria muy activa en proyectos de I+D+i, por ello desde la OIVE queremos promover el suministro de información y la realización de estudios y programas de investigación y desarrollo necesarios para innovar, racionalizar, mejorar y orientar la producción, así como la transformación y la comercialización hacia productos más adaptados a las necesidades del mercado y a los gustos y expectativas de los consumidores, especialmente en materia de calidad de los productos y su contribución a la alimentación.

La OIVE también estudiará adoptar medidas para gestionar la oferta de acuerdo a la normativa de competencia nacional y comunitaria teniendo en cuenta las normas existentes en los distintos ámbitos sectoriales, y a la elaboración de contratos tipo para la venta de la uva o productos transformados, teniendo en cuenta la necesidad de conseguir condiciones equitativas de competencia y de evitar las distorsiones del mercado.

Otro de los objetivos que nos hemos marcado en la Interprofesional es mejorar el conocimiento y la transparencia de la producción y del mercado, mediante la publicación de datos estadísticos que permitan analizar la evolución del mercado a nivel regional, nacional o internacional.

La formación, una imagen colectiva más positiva, la mejora en las acciones de promoción y coordinación de los apoyos institucionales y la potenciación de marcas y empresas son algunos de los elementos clave identificados para avanzar en este camino de generación de mayor valor con las exportaciones españolas de vino. Si a la mejora de la comercialización en los diversos mercados se consigue unir una producción de uvas y vinos más ajustada a las necesidades de los clientes, tanto en cantidad como en calidades, las posibilidades de mejora del conjunto de la cadena de producción son considerables.

Para llevar a cabo estas acciones hemos acordado la creación de una Comisión Técnica dentro de la OIVE para analizar y estudiar los distintos temas de funcionamiento interno de la organización y elaborar un plan de trabajo que coordine las actividades de la Interprofesional en el futuro. A finales de febrero tenemos prevista una reunión con la Ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina para presentarle nuestro plan de trabajo.

Se presentan grandes retos a la nueva Interprofesional, pero creo que con el esfuerzo y el compromiso de todo el sector lograremos alcanzar los objetivos.

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