Despedimos el mes de julio con mucho calor en la provincia de Almería, aunque afortunadamente el campo almeriense no ve con preocupación el mes de agosto gracias a las lluvias de los meses previos. “No se prevé una escasez absoluta en agosto, aunque hay que tener en cuenta la delicada situación que atraviesan diferentes zonas de la provincia, especialmente el Almanzora ante la próxima rebaja del agua que llega a la provincia proveniente del trasvase Tajo-Segura y del cierre del trasvase desde el Negratín”, apunta José Antonio Fernández, portavoz de la Mesa del Agua de Almería, quien una vez más destaca la reivindicación del colectivo para la llegada de agua desde la presa de Rules (Granada), “serían los excedentes que habría tras atender las demandas de los regantes granadinos de la zona. Hay que recordar que Almería y Granada comparten el agua del sistema de Sierra Nevada. Además, esa llegada no sería para nuevas producciones sino para las que ya existen y servirían igualmente para la recuperación de los acuíferos del Poniente almeriense en la que se lleva años trabajando desde los regantes de la zona”.

José Antonio Fernández señala que el déficit hídrico que padece de forma estructural la provincia de Almería, está cercano a los 200 hectómetros cúbicos. Según los últimos datos aportados en el informe ‘Diagnóstico sobre las necesidades de agua en Andalucía y propuesta de actuaciones’ que ha realizado la Asociación de Empresarios del Sur de España, Cesur, Sevilla es la provincia que presenta una mayor disponibilidad con el 25,78% del total de región, mientras que la provincia de Almería es la que menos, con apenas un 3,73% del total de Andalucía. El portavoz de la mesa del agua resalta que “además de las medidas de aprovechamiento de las aguas recicladas y de la posible solución en base a la construcción de pequeñas pantanetas e incluso de medidas que favorecieran el filtraje del agua de lluvia al subsuelo (que también ayudaría a recargar los acuíferos) es notorio que el complemento de la desalación podría suponer, para las diferentes zonas de la provincia, la llegada de unos 180 hectómetros cúbicos, solo en agua procedente de desalación, que hemos planteado en base a varias cuestiones” . Algunas de estas actuaciones serían, según José Antonio Fernández: “30 hectómetros en el Almanzora de la desaladora, aún sin funcionar; 30 hectómetros más de otra desaladora que realizará Aguas del Almanzora y para la que pedimos agilizar los trámites administrativos y burocráticos; 6-8 hectómetros en Adra, donde se necesita una desaladora; 25 de ampliación en Níjar donde se necesitan un total de 50 hectómetros cúbicos de agua; la ampliación en la comarca del Poniente donde ahora hay una desaladora de 30 hectómetros y produciendo al 100%, tiene prevista su ampliación en otros diez y que se construirá en los próximos años; 20 hectómetros en nueva desaladora en Poniente; a ellos habría que unir la desaladora de la Balsa del Sapo y la nueva desaladora de 20 hectómetros ampliables en diez (70 para el Poniente)”. 

Por su parte la consejera de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo ha apuntado que para la Junta de Andalucía “alcanzar la garantía hídrica en Almería es prioritario. Ello Supone dar solución a la principal preocupación de los agricultores de esta tierra, ya que tener agua suficiente y de calidad es fundamental porque supone el combustible que mueve la revolución agraria de Almería”. La responsable autonómica del agua destaca que en Almería no se puede desdeñar ninguna fuente hídrica porque cada gota cuenta: embalses, trasvases, agua desalada, agua regenerada y gestión sostenible de los acuíferos.En este sentido apunta que la provincia de Almería ha sido escenario en estos tres años de obras hidráulicas que suman un coste de 173M€, “mientras que el Gobierno de España no ha comenzado ninguna. La política de agua del Gobierno lastra el crecimiento de esta provincia. Gestionar los recursos hídricos desde planteamientos ideológicos tiene como resultado que se cierre cada vez más el trasvase del Tajo-Segura”. Esto supone que esté en riesgo el abastecimiento de 150.000 almerienses y 23.000 hectáreas cultivos.Carmen Crespo pide que “el Gobierno de España debe ponerse las pilas. Las ampliaciones de las desaladoras tienen que ser una realidad ya para que no frene el crecimiento de la provincia de Almería”.