AGR Almeria

Biorizon, protagonista de la revolución 'bio' para el campo

  • La empresa trabaja a pleno rendimiento en el cultivo y búsqueda de aplicaciones derivadas de microalgas para acabar con las plagas y los bajos rendimientos en la agricultura

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La investigación en el uso y aplicaciones potenciales que tienen las microalgas, muchas de ellas ya realidades en muy diversos ámbitos, tienen nombre propio: Grupo Biorizon Biotech. Y un protagonista, David Iglesias, director general de esta compañía que se ha convertido en un referente en el ámbito de la biotecnología, donde ya acumula innumerables estudios basados en estos microorganismos.

Actualmente, Biorizon se encuentra inmersa en su proyecto más ambicioso en este campo: Sabana, para el que la firma ha sido seleccionada por la Unión Europea en el Horizonte 2020 y cuya tarea es obtener sustitutos de los productos químicos que se emplean actualmente en la producción agrícola a través de las microalgas. Se trata de la gran apuesta europea por el futuro sostenible del sector agroalimentario y cuenta con un coste total de 10,6 millones de euros, de los que la propia UE aporta 8,8 y que tiene a Almería como principal sala de operaciones, o mejor dicho, a Almería con Biorizon a la cabeza.

EstructuraDesarrollan la biomasa en el Ifapa y la investigación en el PITA

El proyecto fue presentado en diciembre de 2016 y a través de él Biorizon creará la que será la mayor planta de investigación y desarrollo de Europa en el ámbito de las microalgas. Unas instalaciones que desde la compañía se espera que estén funcionando para el próximo mes de julio.

Que aún no haya planta no quiere decir que no se esté trabajando ya en este proyecto. Es más, está a pleno rendimiento en las instalaciones con las que cuenta Biorizon en el Parque Científico-Tecnológico de Almería (PITA) a nivel de laboratorio y dentro del Ifapa de La Cañada, colaborador de la compañía en el proyecto, y donde hay hasta tres biorreactores de microalgas (Tubular, Raceways y Thin Layer) destinados a la producción y están funcionando. "No perdemos ni un segundo", subraya David Iglesias, que abre las puertas de estas instalaciones por primera vez a Diario de Almería para mostrar una labor en la que son pioneros y que ponen a Almería en el epicentro de la biotecnología.

Biorizon está realizando ensayos además de en el Ifapa, con la Fundación Cajamar y en algunas fincas comerciales que se han prestado a colaborar en este ambicioso proyecto.

A nivel competitivo, la gran ventaja que tiene la microalga es su gran capacidad de producción por metro cuadrado, y por tanto se optimizan muchísimo los sistemas productivos. Además, estos microorganismos también se han estudiado como fuente de proteína sustitutiva y el papel que jugarán en el problema que representa hoy la ganadería, la cual genera entre el 15 y el 20% de las emisiones de CO2 en el mundo, será crucial, porque son capaces de eliminar el nitrógeno y el fósforo del residuo animal.

En estos momentos, la capacidad de producción de biomasa de microalga de Biorizon en el Ifapa de La Cañada es a nivel semindustrial. Allí, José Peña, ingeniero químico, dirige estas instalaciones. "Estamos trabajando con 7 u 8.000 cepas diferentes. Vamos cultivando y posteriormente ensayando con ellas", explica. Primero, se vierte un volumen de 10 litros a unos recipientes cilíndricos donde se mezcla el agua con las microalgas. Y de ahí comienza un escalado que pasa en su primera fase por los reactores tubulares (que siempre permiten un mayor control de las condiciones) de 3.000 litros de capacidad, hacia un segundo al aire libre de 16.000 y, por último, al más grande de 120.000. Un proceso complejo y dirigido con gran precisión, donde se les proporciona a las microalgas se un hábitat perfecto para su proliferación.

La extracción de la biomasa se realiza a través de una centrifugadora donde se obtiene el material ya puro, y de ahí es trasladada al PITA, donde la directora Técnica, Elisa Rojas, y el doctor en Bioquímica, Juan José García, trabajan e investigan con dichas muestras. Es aquí precisamente donde Biorizon tiene su centro de operaciones y desde el que ya está están tomando forma distintas soluciones para la agricultura. "El camino es amplísimo", explican ambos especialistas. De hecho, ya se ha identificado una cepa de microalga contra fusarium gracias a los ensayos.

Grupo Biorizon cuenta con cerca de medio centenar de trabajadores, de los que 19-20 pertenecen en exclusiva a la estructura de Biorizon para el desarrollo de soluciones en el agro. "Contamos con filial en Chile y estamos terminando de registrar producto en Ecuador, México y Marruecos, este último país con filial. Comercializamos productos derivados de microalgas en España y Portugal, además de los relacionados con nuestra segunda línea de trabajo centrada en las bacterias, de la que antes de final de año comenzaremos a sacar producto", adelanta David Iglesias.

Desde Biorizon, el Ifapa y la Universidad de Almería existe el convencimiento pleno de que el centro de La Cañada se convertirá en un referente en la investigación, transferencia y formación en el estudio de las potencialidades de las microalgas. Además, Sabana es un proyecto planteado con una continuidad a largo plazo, cuya colaboración intercentros supone el afianzamiento de los pilares de un nuevo agro que vuelve a tener a la provincia como un referente en el modelo que está por venir.

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