El presente agrícola no pasa por sus mejores momentos. Los altos precios de producción o el veto ruso hacen y han hecho daño a un sector que es el principal motor económico de la provincia junto con el turismo.

Si analizaramos otro campo, quizás el futuro estaría caracterizado por la incertidumbre, pero si miramos hacia atrás, es fácilmente comprobable como la agricultura ha sabido adaptarse a los cambios y la unión de sus protagonistas siempre ha vencido cualquier adversidad.

Este paradigma lo representa a la perfección la cooperativa Cabasc SCA, la más antigua del Poniente almeriense y una de las pioneras en la provincia. Y aún hoy, sigue siéndolo por muchos motivos.

Ubicada en Balanegra, es difícil entender historia e idiosincrasia de esta localidad sin fijarnos en la evolución de esta entidad que fundaron hace ahora 51 años un grupo muy reducido de socios en este pequeño núcleo de población perteneciente al municipio de Berja.

El cooperativismo andaluz le debe mucho a Cabasc y esta a su vez a unos vecinos que han trabajado por y para el crecimiento de una localidad y un sector que hoy día es un referente bajo su modelo.

Desde que Enrique Molina cogiera la dirección de la cooperativa, hasta hoy, medio siglo después, con Francisco Martín Galdeano, el crecimiento ha sido imparable, sobre todo en los últimos diez años, donde ha sido exponencial. Mientras que hace una década contaban con unas 250 hectáreas en superficie para producción, ahora alcanzan las 600, en una campaña en la que según las previsiones esperan comercializar 60.000 toneladas de producto, superando así las 10.000 de la pasada.

Pese a su importante volumen, contando con 200 socios de pleno derecho y 300 colaboradores, se trata de una cooperativa familiar. "Nos seguimos nutriendo de hermanos, hijos o amigos de socios. Esa es una de las características de nuestra filosofía. Eso nos permite una mejor coordinación y es que pese a ser tantas personas, nos conocemos todos", explica Francisco Martín, presidente desde el año 2003.

"En Cabasc no se le cierra la puerta a nadie", cuenta. Todo el mundo puede ser colaborador de una cooperativa que demuestra confianza y transparencia por todos sus poros. Tal es así que, curiosamente, y pese a su larga trayectoria, tan solo han pasado cinco presidentes por su dirección, algo más que atípico en este sector y lo que muestra la confianza de los asociados en la gestión de esta entidad que, pese a tener sus orígenes muy presentes, ha sabido adaptarse a la perfección a la globalización y a los cambios.

Estos cambios se han ido plasmando a lo largo del tiempo. Un ejemplo de ello es que fue la primera en desarrollar la judía Helda en España, y eso por no hablar de la adaptación tecnológica, ya que Cabasc fue pionera en crear el primer punto de información al socio hace ahora quince años. Una auténtica innovación que hoy sigue plasmándose en unos procesos altamente informatizados en sus entrañas y que le reportan el mejor rendimiento.

En 2009 vivieron uno de sus hitos más importantes, con la incorporación a la cooperativa de segundo grado Unica Group, de la que hoy forman parte junto a seis más y que ha servido para llegar a muchos más clientes y, por tanto, a una mayor rentabilidad que se está traduciendo en un mayor crecimiento.

Dentro del entramado de Unica, Cabasc se ha especializado y manipula en sus instalaciones el pimiento y la berenjena, dos productos que son los de mayor producción en la cooperativa, representando el primero en torno a un 50% del total entre todas sus variedades (California, Palermo…) y en berenjena produciendo del orden de 5 millones de kilos, o lo que es lo mismo, la mitad de la producción total de Unica.

Todo ello ha desembocado en un crecimiento muy importante de Cabasc, que se está haciendo palpable en la ampliación de sus instalaciones en Balanegra. En su nave principal, símbolo de la agricultura en el Poniente, ya casi se alcanzan los 20.000 metros cuadrados, a lo que hay que sumar la nave de 3.000 metros cuadrados que en pocas semanas comenzará a funcionar y que está dotada de la más alta tecnología. Un enclave que acogerá la berenjena de Unica Group.

La crisis que vive en los últimos tiempos el sector, sobre todo los productores. Por este motivo, Francisco Martínez aboga por la unión. "La concentración favorecería una mayor rentabilidad. Al cliente final no le importa pagar diez céntimos más por un kilo de producto, es algo casi inapreciable, pero para el agricultor es un mundo", explica el presidente de Cabasc, quien ve conveniente unir fuerzas y establecer un rango de precios, con límites tanto por arriba como por abajo.

Mientras tanto, Cabasc continúa creciendo, con paso firme, y con ella sigue evolucionando un sector que es la referencia en la economía almeriense. Lejos queda aquella época, en los años sesenta, donde un grupo de trabajadores decidieron unirse para sacar adelante a sus familias y a su localidad. Nunca podrían haber imaginado que, a la larga, su contribución sería decisiva para la provincia y, más aún, para toda una comunidad que hoy día puede seguir fijándose en un modelo que demuestra que la grandeza también se consigue con la cercanía y la familiaridad.