Un equipo de científicos del Instituto de Ciencia de Materiales de Sevilla (CSIC-Universidad de Sevilla) y Universidad de Málaga han desarrollado un nuevo material, procedente de la piel del tomate, para recubrir el interior de latas de conserva. Según los investigadores, es una alternativa orgánica que permite sustituir el material que envuelve la zona interior de estos envases para evitar su contacto con el alimento o bebida. Este nuevo recubrimiento, además de ser respetuoso con el medio ambiente, mantiene sus propiedades en cuanto a duración o resistencia.

En el estudio publicado en la revista Journal of Applied Polymer Science, el equipo resume el desarrollo de un material biodegradable a partir de cutina vegetal, un polímero que procede de la piel del tomate y que permite recubrir la zona interior de todo tipo de recipientes destinados a conservar alimentos o refrescos. "Nos fijamos en el tomate porque su piel presenta las mismas propiedades que requieren este tipo de productos. Es decir, es muy resistente y no se funde", explica el responsable principal del proyecto, José Jesús Benítez.