El campo tiene cada vez más tirón como una alternativa laboral dentro de la profunda crisis económica de la actualidad. Más aún en la provincia de Almería, donde mes a mes, las estadísticas no vienen siendo muy halagüeñas al registrar cada vez más parados.

Cada vez más jóvenes deciden emprender y eligen el sector agrícola, el más potente de la provincia, como medio de vida. Sin embargo, no son tantos los que ponen su punto de mira en la agricultura más tradicional, apostando por los productos ecológicos y, de paso, vender los valores de una tierra y sus costumbres de siempre fuera de nuestros límites.

Carlos Martínez es uno de esos jóvenes emprendedores que merecen mención aparte. Amante del campo, nunca pensó que se dedicaría a él, pero las circunstancias de la vida son impredecibles y, a día de hoy, se muestra "muy contento por haber empezado esta aventura".

Situado entre la sierra de los Filabres y sierra Nevada, dentro del término municipal de Fiñana, está la 'Huerta del Negro', su proyecto más preciado y que ya se encuentra en su segundo año de vida. Carlos, hijo de la localidad vecina de Escúllar, regenta esta finca de 6.000 metros cuadrados de parcela, que sus suegros le cedieron para dar vida a un proyecto que va en clara ascensión. "Me embarqué en esto el año pasado con una plantación de tomates totalmente ecológica, aunque fue en conversión. Esto es, a la espera de que la Junta conceda una certificación ecológica que ya he obtenido después de los estudios realizados", explica Martínez sobre un producto totalmente natural, criado bajo el paraguas de las condiciones que ofrece esta zona. "Aquí no se utiliza ningún tipo de químico. Es más, hasta el abono de la tierra proviene del estiércol que producen los rebaños de los vecinos de la zona".

El año pasado comenzó con solo tomate, pero fue tal el éxito cosechado, que ahora ha cultivado también calabaza del tipo cacahuete o 'butternut', característica por su sabor y muy preciada en el sector gourmet. Su joya, el tomate, es de una variedad exclusivamente local denominada 'Marmandé Raf' y "yo año tras año hago la extracción de una semilla en la que hago un exhaustivo proceso de selección para conseguir poco a poco más resistencia y más calidad. Este fruto compite muy bien, se adapta al medio, y del año pasado a este he notado una mejoría en ese proceso que espero me de este año una producción muy importante, además de un sabor más exclusivo. Y eso que el de la pasada colecta superó con creces mis expectativas y así me lo hicieron saber unos clientes que están creciendo a un ritmo vertiginoso después de hacerse eco de la calidad del producto", reconoce este joven de 39 años que hasta hace poco no imaginaba un éxito que lo ha motivado a seguir trabajando por dar a conocer el sabor de la comarca del Nacimiento.

Hasta el momento, la 'Huerta del Negro' tiene en los particulares su principales clientes y son el 'target' para el que Martínez trabaja especialmente, ya que le gusta el contacto directo con el cliente y ser partícipe de sus satisfacción con el producto.

En tierras del norte de la península también ha tenido una presencia cuya demanda está ahora creciendo después de la satisfacción de una pequeña red de clientes que va aumentando. En menor proporción, pero la Huerta produce y comercializa también frutales como ciruelas, melocotones o cerezas, entre otros.

Además, Martínez no es ajeno a las nuevas tecnologías y sabedor de su importancia se ha puesto manos a la obra con las redes sociales y su página web, lahuertadelnegro.com, que en breve contará con un blog gestionado por él mismo para explicar el día a día del trabajo artesanal que este joven desempeña a fin de exportar la calidad y el sabor de la comarca.